El mandatario republicano indicó el martes que no ve el alto número de casos de COVID-19 en Estados Unidos como algo malo, sino “lo veo como una insignia de honor, realmente, es una insignia de honor”, recalcó en una rueda de prensa en la Casa Blanca.
Justificando sus polémicas declaraciones, Trump señaló que ser el país más afectado del mundo por la COVID-19 significa que las autoridades de Washington están haciendo su trabajo al realizar un gran número de pruebas de detección de la enfermedad.
“Somos un país mucho más grande que la mayoría, así que cuando tenemos muchos casos, no lo veo como algo malo, lo veo como, en cierto sentido, como algo bueno, porque significa que nuestras pruebas son mejores”, dijo.
Trump también defendió el uso de la hidroxicloroquina, un potente medicamento antipalúdico cuya eficacia contra el coronavirus no está demostrada científicamente, pero el mandatario ha venido recomendando para la cura de la COVID-19. “Se ha ganado mala reputación” sólo porque es él quien la está promoviendo y usando, añadió.
La gestión de la pandemia de la Administración de Trump ha recibido una ola de críticas tanto dentro como fuera de las fronteras de EE.UU. donde un gran número de funcionarios acusan al presidente de minimizar la crisis desde el principio y de preferir sus negocios por encima de la salud de la gente.
La política de Trump, conforme a varios expertos y políticos, ha llevado a EE.UU. a encabezar la lista de países con mayor número de contagios, con más de 1 570 000 casos positivos y más de 93 000 decesos.
Mientras tanto, el inquilino de la Casa Blanca sigue defendiéndose ante las críticas y señalando a China y a la Organización Mundial de la Salud (OMS) como culpables de la propagación del nuevo coronavirus.
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