John Brennan, exdirector de la Agencia de Inteligencia Central (CIA, por sus siglas en inglés) de EE.UU., reveló el viernes que la Casa Blanca dio su aprobación al príncipe heredero de Arabia Saudí, Muhamad bin Salman (MBS), para el asesinato de Jamal Khashoggi, prominente columnista del diario estadounidense The Washington Post y crítico con la política de Riad. Asesinado y desmembrado el 2 de octubre de 2018 en el consulado saudí en Estambul (Turquía).
“Donald Trump y Jared Kushner y la Casa Blanca le han dado a MBS […] un pase por ese horrible asesinato y desmembramiento de Jamal Khashoggi”, dijo Brennan en declaraciones a la cadena estadounidense CNN.
Al mismo tiempo, el exdirector de la CIA (2013-2017) hizo hincapié en que Washington debe pedir cuentas al régimen de los Al Saud y a otros similares por las atrocidades que han cometido y cometen contra los derechos humanos.
Desafortunadamente, añade Brennan, Bin Salman, que recientemente ha llevado a cabo reformas en su país, es “un líder autoritario que ha asesinado y reprimido a muchos saudíes”, incluidos activistas y mujeres, pero el inquilino de la Casa Blanca ha hecho la vista gorda ante estos crímenes ya que solo busca dinero. “Trump ve la vida y el mundo a través del signo del dólar, y por esa razón seguirá manteniendo fuertes lazos con Arabia Saudí”.
Las autoridades saudíes, tras reiteradas negativas, terminaron reconociendo el asesinato del periodista, pero insinuaron que fue obra de algunos de los asesores de Bin Salman, aunque las evidencias señalan que él mismo lo ordenó. No obstante, en el caso que se abrió contra los implicados debido a la presión internacional para esclarecer este macabro asunto, no se llegó a incriminar al príncipe heredero.
La Fiscalía General de Arabia Saudí condenó a muerte a cinco personas y encarceló a otras tres por su implicación en el asesinato de Khashoggi, pero en septiembre anunció que había reducido a condenas de 20 años de prisión las penas capitales.
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