En lo más recóndito del desierto africano de Sahara, la Agencia Central de Inteligencia (CIA, por sus siglas en inglés) sigue realizando vuelos secretos con aviones no tripulados (UAV, por sus siglas en inglés) desde una base aérea pequeña pero en constante expansión, informó el lunes el diario estadounidense The New York Times (NYT).
El medio neoyorquino resaltó que estos vuelos se están realizando incluso cuando la nueva Administración de Joe Biden ha limitado temporalmente los ataques con drones contra presuntos grupos terroristas fuera de las zonas de guerra convencionales, como Afganistán, mientras sopesa si endurecer las normas de la era Trump para tales operaciones.
El reporte señala que poco después de establecer la base en el norte de Níger hace tres años, la CIA estaba preparada, so pretexto de la lucha antiterrorista de EE.UU., para lanzar operaciones de ataque aéreo con drones desde el aludido lugar a cualquier posición que se encontrara en la región desértica del centro de África.
Sin embargo, el texto agrega que no hay pruebas públicas de que la agencia estadounidense haya llevado a cabo nada más que misiones de reconocimiento hasta ahora desde su base aérea establecida en Dirku, localidad muy cercana a la frontera sureña de Libia.
En concreto, el rotativo neoyorquino anota que a la base se añadió un pequeño aeropuerto comercial en gran medida para prestar más atención al suroeste del territorio libio, un notorio refugio para el grupo terrorista Al-Qaeda, Daesh y otras bandas extremistas que operan en la región del Sahel de Níger, Chad y Mali.
La ampliación de las capacidades de la base indica que la CIA estaría preparada para llevar a cabo ataques armados con drones.
Además de contar con la base aérea de Níger, el Ejército de EE.UU. tiene otra instalación en Yibuti, destinada también para misiones de vigilancia y ataque con drones en el continente africano.
Las autoridades locales han manifestado sus preocupaciones por el peligro que supone para la población civil el uso de estos drones estadounidenses en las operaciones de reconocimiento o ataques contra los supuestos grupos extremistas.
En un informe divulgado en 2016 por la Inteligencia estadounidense, Washington reconoce que sus ataques selectivos con aviones no tripulados habían matado de entre 64 a 116 civiles en un total de 473 ataques en países que, oficialmente, no están en guerra con EE.UU., como por ejemplo, Paquistán, Libia, Somalia y Yemen.
krd/ask/mrg
