“Las Fuerzas Armadas no han ayudado a su viejo argumento de que el caza de ataque A-10 Thunderbolt II debe ser retirado, al anunciar esta semana que desplegará este otoño más de estas aeronaves en Europa”, observó el corresponsal de The Fiscal Times, al comentar el viernes el anuncio.
Las Fuerzas Armadas no han ayudado a su viejo argumento de que el caza de ataque A-10 Thunderbolt II debe ser retirado, al anunciar esta semana que desplegará este otoño más de estas aeronaves en Europa", observa el corresponsal de The Fiscal Times.
Estos 12 aviones de ataque a tierra, que comenzaron a producirse a principios de la década de 1970, se añadirán así a los 10 ya enviados en marzo a Rumanía y República Checa.
Los aparatos en cuestión están actualmente en la base aérea de Moody, en Georgia (sureste de Estados Unidos).
Las Fuerzas Aéreas tratan, desde hace años, de deshacerse de estos aparatos y de remplazarlos con bombarderos B-1 y con los nuevos cazas polivalentes F-35, frente a la resistencia de los legisladores.
Los congresistas alegan que el Thunderbolt II ha servido recientemente para bombardear Afganistán, y se muestran insatisfechos por las alternativas propuestas por los militares.
El costosísimo F-35, diseñado para atender a distintas misiones con un sólo artefacto, ha sido objeto de numerosos escándalos en los últimos meses, desde que en el mes de enero empezasen a conocerse varias disfunciones de la aeronave. Recientes estudios concluyen que el F-35 es inferior en combate a sus más probables contrincantes rusos y chinos.
La operación Resolución Atlántica es una exhibición de fuerza militar que lleva a cabo desde hace meses la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN) en el centro y este de Europa con el objetivo declarado de “disuadir” una supuesta amenaza rusa. La operación es considerada belicosa por Moscú.
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