Pyongyang se está preparando “para llevar a cabo su séptima prueba nuclear”; actualmente “sigue ampliando su programa nuclear ilegal y continúa con sus persistentes provocaciones contra la región”, dijo el lunes Blinken en la 10.ª conferencia de revisión del Tratado de No Proliferación (TNP) Nuclear en Nueva York.
En efecto, tal y como alertó el jefe de la diplomacia estadounidense, esta conferencia se celebra “en un momento crítico”.
Ya el pasado miércoles, el líder norcoreano, Kim Jong-un, ordenó a sus militares que establezcan sus fuerzas para permitirles movilizar rápidamente su disuasión de la guerra nuclear, diciendo que su país estaba preparado para cualquier choque militar con Estados Unidos.
Pyongyang, que es objeto de duras sanciones por sus pruebas de misiles, ha asegurado en varias ocasiones que su arsenal nuclear y balístico no representa ninguna amenaza para otros países, solo apunta a “un enemigo: Washington”, y su aliado cercano, Seúl, por sus hostilidades hacia el país asiático y sus ejercicios militares conjuntos.
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