El presidente estadounidense, Joe Biden, advirtió el martes de que Israel “está empezando a perder” el apoyo de sus aliados tradicionales, incluidos EE.UU. y la Unión Europea (UE), “por los bombardeos indiscriminados” que lanza contra la Franja de Gaza.
Durante un discurso en un acto privado de recaudación de fondos para su campaña a la reelección, el mandatario demócrata señaló que el primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, “no quiere una solución de dos Estados” y le aconsejó que haga cambios en su gabinete, al que consideró “el más conservador de la historia de Israel”.
Biden dijo que ya es el momento de que Israel reconsidere la ofensiva en el enclave palestino que ha causado más de 18 400 muertos desde principios de octubre.
El inquilino de la Casa Blanca calificó de un “error” la invasión de Afganistán por Estados Unidos tras los atentados del 11 de septiembre de 2001 y llamó al gabinete de Netanyahu a no cometer “los mismos errores”. “No hay razón por la cual Estados Unidos estuviera en una guerra en Afganistán”, adujo.
Esta es la primera vez que Biden habla con un lenguaje más duro sobre la campaña de agresiones implacables de Israel contra Gaza y se produce solo cuatro días después de que Estados Unidos volviera a salvar al régimen de Israel de una resolución vinculante del Consejo de Seguridad de Naciones Unidas (CSNU) que pedía un alto el fuego en el enclave. Estados Unidos, con veto en el organismo, se negó a la solicitud y dio su visto bueno a continuar la barbarie israelí.
Biden, que expresó el apoyo “inquebrantable” de Washington a Israel tras la operación palestina ‘Tormenta de Al-Aqsa’, lanzada el pasado 7 de octubre, y envió toneladas de ayuda en armas y equipo militar a la Palestina ocupada, ha estado bajo la presión internacional para detener el conflicto.
Con los comentarios de Biden quedaron al descubierto las evidentes diferencias que hay entre Israel y Estados Unidos sobre la ofensiva, incluida la gestión del enclave tras la terminada la guerra. Washington insiste en que la Autoridad Nacional Palestina (ANP) debería encargarse de la Franja de Gaza, mientras que la entidad sionista rechaza la propuesta estadounidense y pretende ocupar el enclave y desplazar a sus habitantes al desierto de Sinaí en Egipto.
Con el pasar del tiempo y ofensivas incesantes que se cobran cada minuto más vidas inocentes en Gaza, otros aliados tradicionales de Israel también han empezado a mermar apoyo a Israel.
Canadá, Nueva Zelanda y Australia rechazan desplazamiento forzoso de gazatíes
El martes, los primeros ministros de Canadá, Nueva Zelanda y Australia pidieron un “alto el fuego sostenible” en Gaza, expresaron su apoyo al derecho de los palestinos a la autodeterminación y se oponen al plan israelí para desplazar forzosamente a los palestinos de la Franja.
El rechazo mundial a la matanza de civiles en Gaza se suma a las críticas internas a las que se enfrenta el gabinete de Netanyahu por los implacables bombardeos que, según el público israelí, pueden poner en peligro la vida de los rehenes bajo custodia de la Resistencia palestina.
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