Trump regresa a la Casa Blanca después de cuatro años para su segundo mandato presidencial. Y lo hace esgrimiendo el más puro estilo de matón de barrio, con amenazas a diestra y siniestra. El tema de la migración acaparó momentos importantes de su alocución.
En este ámbito, informó que declarará emergencia nacional en nuestra frontera sur. Los anuncios resultan menos perturbadores para la población migrante, a un lado y otro de las fronteras estadounidenses.
Las promesas de millones de deportaciones y el cierre a cal y canto de las fronteras han encendido las alarmas entre miles de latinos que desde México buscan acceder al territorio estadounidense.
Ante este escenario, la presidenta de México, Claudia Sheinbaum, anunció un programa integral de apoyo para los mexicanos en Estados Unidos, incluyendo asistencia legal y un plan de reinserción social en caso de deportación.
Bravuconadas y promesas chovinistas como incrementar el poderío militar de Estados Unidos, cambiar el nombre al Golfo de México o plantar la bandera del país en Marte marcaron el discurso de Donald Trump. Palabras que avizoran un panorama convulso para el mundo en los próximos cuatro años.
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