A través un comunicado emitido el martes, el director ejecutivo de AI en Estados Unidos, Paul OBrien, denunció que “el arresto y la detención de Mahmud Khalil, activista estudiantil palestino y residente permanente legítimo en Estados Unidos, es el último ataque cometido” por el Gobierno del presidente estadounidense Donald Trump, “contra los Derechos Humanos (DDHH)”.
En este sentido, añadió que estas acciones, “envían un mensaje escalofriante a la gente de todo el país, dentro y fuera de los campus, de que cualquiera que ejerza sus derechos estará sujeto a represión, detención y posible deportación”.
De esta forma, OBrien aseguró que este tipo de detenciones solo hacen que las personas migrantes, “que ya viven con miedo”, estén abocadas “aún más a la incertidumbre y el temor de poder ser deportadas por alzar la voz”.
Pidiendo al gobierno de Estados Unidos que libere inmediatamente a Mahmud Khalil, enfatizó que “no importa cómo intente manipularlo la administración Trump, la libertad de expresión es un derecho humano, no un delito que conlleva deportación”.
Al concluir sus declaraciones, remarcó que los colegios y universidades también deben tomar medidas para proteger a sus estudiantes inmigrantes de la aplicación de la ley del Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE, por sus siglas en inglés) y garantizar que se respeten y protejan los derechos humanos de todos sus estudiantes y profesores cuando protestan en apoyo de los derechos palestinos y otras cuestiones.
Mahmud Khalil, figura destacada durante las protestas contra la guerra de Gaza en la Universidad de Columbia en la primavera de 2024, ha atraído la atención mundial después de que la administración Trump lo arrestara y tomara medidas para deportarlo.
El caso ha suscitado interrogantes sobre la libertad de expresión en los campus universitarios y el proceso legal que permitiría la deportación de un residente permanente de Estados Unidos.
Según la información, Khalil permanecerá detenido en Luisiana después de la audiencia judicial del miércoles, donde los abogados discutieron si debía ser trasladado a Nueva York.
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