El jueves, los funcionarios de la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza de Estados Unidos (CBP, por sus siglas en inglés) le prohibieron a la Dra. Rasha Alawieh, de la División de Enfermedades Renales e Hipertensión de Brown y también médica del hospital de Rhode Island, reingresar al país norteamericano tras viajar al Líbano para ver a su familia, a pesar de tener un visado válido.
Alawieh tenía una visa H-1B que había recibido del consulado estadounidense en Beirut, capital libanesa. Esta visa le permitía residir legalmente en Estados Unidos hasta mediados de 2027.
Según Basma Merhi, médica y colega, el viernes se emitió una orden federal que detenía la deportación de Alawieh, sin embargo, los funcionarios migratorios estadounidenses hicieron caso omiso a la orden judicial y la catedrática fue trasladada a Beirut por razones que aún no están claras para su familia, su abogado y sus colegas.
“No hicieron nada para detener el avión [que trasladaba a Alawieh al Líbano desde el Aeropuerto Internacional Logan de Boston ] … Así que, claramente, querían deportarla, independientemente de si había o no una orden judicial. Ella no hizo nada malo”, dijo Merhi.
Una visa H-1B permite a los empleadores contratar trabajadores no estadounidenses para puestos que requieren conocimientos especializados.
El incidente es uno de los más recientes, en medio de una ofensiva nacional contra la inmigración por parte de la Administración del presidente estadounidense, Donald Trump.
El viernes, el Departamento de Seguridad Nacional arrestó a Leqaa Kordia, una estudiante palestina de la Universidad de Columbia, por supuestamente haber excedido su visa de estudiante F-1.
El sábado pasado, Mahmud Khalil, un conocido activista universitario palestino y titular de una tarjeta verde, fue detenido por las autoridades federales de inmigración y se enfrenta a la deportación.
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