Según el informe del sitio de web The Intercept, el Comando Central de Estados Unidos (Centcom), la Oficina del Secretario de Defensa y la Casa Blanca se han negado a revelar cuántos militares estadounidenses han muerto o resultado herido desde el pasado marzo.
A pesar de la propaganda lanzada por las autoridades de Estados Unidos sobre ataques exitosos contra Yemen, Washington no revela cifras de bajas, lo cual constituye una maniobra de encubrimiento inusual en la historia militar del país norteamericano, según la fuente.
Por su parte, diputados y organizaciones civiles exigieron transparencia ante el creciente costo humano del conflicto.
En este contexto, el congresista demócrata Ro Khanna exigió la claridad sobre militares afectados por los ataques de las fuerzas yemeníes, denunciando las medidas de Trump en Yemen sin autorización del Congreso.
También, la legisladora Pramila Jayapal calificó de “trágico” el caso de un marinero herido y la pérdida de un avión de combate F-18 valorado en 60 millones de dólares, tras una maniobra evasiva en el mar Rojo.
Ambos exigieron la restitución del control legislativo sobre la decisión de ir a la guerra, y poner en riesgo vidas sin aprobación constitucional.
Al principio de esta semana, Centcom divulgó que un caza F-18 se desprendió del portaaviones USS Harry S. Truman tras hacer un viraje brusco para esquivar un misil lanzado por la parte de fuerzas yemeníes. También, un marinero resultó herido y el avión, valorado en 60 millones de dólares, se perdió.
Centcom informó que Washington ha llevado a cabo más de 1000 ataques contra varias localidades yemeníes durante más de un mes.
Las fuerzas armadas yemeníes han realizado sistemáticamente ataques a objetivos israelíes y estadounidenses en el Mar Rojo y otras zonas en apoyo del pueblo palestino y en respuesta a la agresión estadounidense contra el país árabe, causante de la muerte de civiles, de heridos y de daños infraestructurales.
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