• El jefe del Consejo Ejecutivo del Movimiento de Resistencia Islámica de El Líbano (Hezbolá), Seyed Hashem Safi al-Din.
Publicada: viernes, 10 de enero de 2020 16:44
Actualizada: sábado, 11 de enero de 2020 4:18

El movimiento libanés Hezbolá asegura que la respuesta de Irán a EE.UU. y el asesinato de Soleimani son el principio del fin de EE.UU. e Israel en la región.

“La última respuesta iraní a las bases estadounidenses es solo el comienzo del camino”, aseveró el jueves el jefe del Consejo Ejecutivo del Movimiento de Resistencia Islámica de El Líbano (Hezbolá), Seyed Hashem Safi al-Din, en un acto celebrado en los suburbios del sur de Beirut, capital libanesa, para rendir homenaje a los mártires del reciente ataque de EE.UU. en Irak.  

Safi al-Din destacó que “la sangre del mártir Qasem Soleimani y sus compañeros desató la primera chispa para eliminar la presencia estadounidense de la región, marcando la desaparición de Israel”.

El jefe del Consejo Ejecutivo del movimiento libanés aseguró que Hezbolá, como parte del Eje de la Resistencia, estará “a la vanguardia de los defensores, exigiendo que los mártires sean vengados”.

 

La División Aeroespacial del Cuerpo de Guardianes de la Revolución Islámica (CGRI) de Irán lanzó el miércoles de madrugada un ataque aéreo con misiles tierra-tierra contra la base aérea Ain Al-Asad, ubicada en la provincia occidental iraquí de Al-Anbar y ocupada por las tropas norteamericanas desde la invasión de Irak en 2003, y otra en Erbil, capital de la región del Kurdistán iraquí.

Este ataque se llevó a cabo en represalia por el asesinato del comandante de la Fuerza Quds del CGRI, el teniente general Qasem Soleimani, que, junto al subcomandante de las Unidades de Movilización Popular de Irak (Al-Hashad Al-Shabi, en árabe), Abu Mahdi al-Muhandis, y otros militares, cayó mártir la madrugada del viernes en las inmediaciones del Aeropuerto Internacional de Bagdad, la capital iraquí.

Tras el martirio del general Soleimani, el líder de Hezbolá, Seyed Hasan Nasralá, prometió vengarse de los asesinos de este líder del Eje de la Resistencia.

“El justo castigo es acabar con toda la presencia militar estadounidense en la región. Por eso, todas las bases militares, los buques de guerra y cualquier oficial o soldado de EE.UU. desplegado en la región son objetivos legítimos”, sentenció.

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