• Un soldado británico en Irak.
Publicada: sábado, 9 de julio de 2016 17:11
Actualizada: jueves, 16 de marzo de 2017 6:08

Un informe recuerda una realidad que no fue incluida en el Informe Chilcot; abusos ‘sistemáticos’ de derechos humanos que cometieron militares británicos en Irak.

Según el informe publicado el viernes en la revista electrónica The Intercept, tanto un ente investigador británico como la Corte Penal Internacional (CPI) se han encargado de averiguar numerosas acusaciones relacionadas con el tema que pesan sobre los soldados británicos desplegados en el país árabe entre 2003 y 2008.

La publicación añade que en septiembre de 2015, los Abogados de Interés Público presentaron una segunda pila de casos de la misma índole ante la CPI. Hasta noviembre del mismo año, este ente internacional de justicia informó que había recibido 1268 casos de matanza ilegal y maltratatos protagonizados por los militares del Reino Unido en Irak.

La CPI además afirmó que 47 de 259 casos de asesinatos fueron llevados a cabo cuando los iraquíes se encontraban bajo la detención de los británicos.

Un mecanismo investigativo británico por su parte, acumuló 3363 casos desde su creación en 2010. Entre los casos presentados figuran 325 casos involucrados en los “asesinatos ilegales”.

Citando a los datos obtenidos recientemente por el diario británico The Guardian, la fuente destaca la existencia de otros 1343 casos de maltratos. Abogados de Interés Público afirman que todos estos casos fueron interpuestos ante la CPI, aunque todavía se desconoce la cifra de los británicos que deberían presentarse ante la justicia para responder a estas acusaciones.

La investigación que podría ceder paso a llevar el caso a La Haya, sede de CPI, se detuvo en 2006 a raíz de la falta de evidencia. En 2014, Fatou Bensouda, una fiscal de CPI, reabrió una investigación preliminar sobre las acusaciones de abusos contra la nación iraquí.

 

Después de asolar gran parte de Irak durante la invasión (2003-2011) y causar la muerte de más de 500.000 iraquíes, las autoridades estadounidenses reconocieron que no existían tales armas y que se trataba simplemente de un craso “error de Inteligencia”.

El pasado miércoles, el investigador británico John Chilcot publicó su informe en 12 volúmenes sobre la invasión de Irak, con la conclusión de que, en ese entonces, la alternativa militar “no era la última opción” disponible.

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