“Por desgracia, me pidieron dimitir por una violación de las normas del comportamiento de los ministros, por lo que pido perdón”, ha indicado este miércoles Damian Green en una carta recogida por los medios locales.
Los servicios de Downing Street, tras haber finalizado las pesquisas, concluyeron que Green había sido bien informado por la policía del hallazgo de estas imágenes, algo que él mismo negó. La investigación interna considera que el político británico rompió el “código ministerial” en el caso de la confiscación de material pornográfico en su ordenador.
El primer secretario de la primera ministra británica, Theresa May, no obstante, ha asegurado que no descargó ni miró la pornografía presente en el ordenador parlamentario.
De igual modo, ha rechazado las acusaciones formuladas en su contra por la periodista Kate Maltby sobre acosos sexuales, aunque ha reconocido que hizo que la periodista se sintiera “incómoda” y se disculpó por ello.
Por desgracia, me pidieron dimitir por una violación de las normas del comportamiento de los ministros, por lo que pido perdón”, ha indicado el primer secretario del Gobierno británico, Damian Green, en una carta.
May, en respuesta, ha escrito una misiva a Green, en la que acepta su dimisión. La premier ha apuntado que, con “profundo pesar” y “perdurable agradecimiento” por los años de servicios que prestó Green, le pidió que dimitiera por el referido escándalo.
La dimisión de Green, de 61 años, era un tema sobre el que se llevaba especulando semanas, sobre todo, tras la marcha del que fuera ministro de Defensa Michael Fallon, hasta ahora la mayor víctima política del escándalo de los acosos y abusos sexuales en Westminster, un barrio del Centro de Londres, dentro de la Ciudad de Westminster.
El ya ex vice primer ministro del Reino Unido es uno de los miembros del Gabinete de May que consta en la “lista negra” de 36 diputados conservadores sospechosos de acoso o abusos sexuales.
Varios informes señalan que, en años recientes, ha aumentado la tasa de denuncias por intimidación y acoso contra las autoridades del Reino Unido, así como los delitos sexuales entre miembros del Ejército británico.
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