Ahora el bloque dice que la pelota está en el campo británico, mientras Londres afirma que no se puede exigir que todos los pasos sean dados por los británicos.
Este jueves los choques verbales y amenazas entre la UE y el Reino Unido volvieron a aparecer, mientras se cumplió la fecha límite del 15 de octubre determinado por el premier británico, Boris Johnson, para que las partes sellen un acuerdo y haya tiempo suficiente para su ratificación parlamentaria.
No obstante, Londres dice que la culpa la tiene la UE.
Ambas partes indican que quieren un acuerdo, sin embargo las dos también dicen que podrán vivir con un divorcio duro. Sin embargo, figuras veteranas como la presidenta del Banco Central Europeo (BCE), Christine Lagarde, dicen que todo es una apariencia, y es claro como el agua que las partes tendrán un acuerdo. Así los ojos serán puestos al discurso del viernes de Johnson que dirá cómo quiere seguir los diálogos.
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