“Las personas y el planeta por encima de las multinacionales. No a la pobreza. No a la desigualdad. No al CETA. No al TTIP”, era el lema de la más multitudinaria de las marchas, celebrada en la capital, Madrid, en la que participaron unas 20.000 personas, según los organizadores.
Manifestaciones similares se realizaron además en ciudades como Barcelona (noreste), Valencia (este), Gijón (norte), Palma (este), Sevilla (sur), Vigo (noroeste), y así hasta una veintena de ciudades, según los organizadores de la serie de movilizaciones Otoño en Resistencia.
Las personas y el planeta por encima de las multinacionales. No a la pobreza. No a la desigualdad. No al CETA. No al TTIP”, fue el lema de la manifestación del 15 de octubre en Madrid (capital de España) contra los tratados de desregulación comercial entre la Unión Europea y, respectivamente, Canadá y Estados Unidos.
En la convocatoria de la marcha de Madrid participaron más de 1300 organizaciones con el objetivo de reclamar un sistema político y económico que “garantice la equidad y los derechos de todas las personas en el mundo sin dejar nadie atrás” y paralizar los mencionados tratados de desregulación comercial.
La portavoz de la plataforma No al TTIP, Cuca Hernández, comparó el previsible efecto de esos acuerdos con el de la integración en la UE, que planteaba un derecho de libre circulación de personas que “ahora se está viendo limitado”. El TTIP y el CETA “serán lo mismo”, argumentó, por estar diseñados en función de las necesidades del capital.
En la marcha participaron por otra parte el partido Podemos y la coalición Izquierda Unida (IU), que sin embargo no estuvieron en la cabecera por decisión de los organizadores. En Barcelona participaron representantes del Partido Socialista de Cataluña, el sindicato Comisiones Obreras, la plataforma electoral En Común Podemos, el partido Podemos y la coalición Izquierda Unida y Alternativa.
El Acuerdo Integral de Economía y Comercio (CETA, por sus siglas en inglés), acordado entre la Comisión Europea (CE) y el Gobierno de Canadá —y que podría ser ratificado el martes 18 de octubre por los ministros de Comercio de la UE— y la Asociación Transatlántica para el Comercio y la Inversión (TTIP), aún en curso de negociación entre la CE y Washington, han suscitado gran oposición en distintos países de Europa, entre ellos Francia, Bélgica y Alemania.
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