“¿Consideras que Pablo Iglesias e Irene Montero deben seguir al frente de la Secretaría General de Podemos y de la Portavocía parlamentaria?”, será la pregunta que se plantee (en fecha aún desconocida) a los militantes del partido, que deberán responder “Sí, deben seguir” o “No, deben dimitir de la Secretaría General y de la Portavocía, y dejar el acta de diputados”.
La pareja ha hecho pública la medida en una rueda de prensa conjunta en la que han vuelto a defender la “coherencia” que han observado con las reglas internas de Podemos en relación con la compra del chalé —por 540 000 euros, en un país con casi un 28 % de la población en riesgo de pobreza—.
La polémica saltó el miércoles al sacar a la luz el portal derechista OK Diario la noticia de la compra del inmueble, situado en el pueblo de Galapagar (36 km al noreste de la capital española), y a las numerosas reacciones en Internet se han sumado expresiones de malestar dentro de Podemos, según publicaba ayer viernes el diario local El País.
Para afear la decisión de Iglesias y Montero (quien está embarazada de mellizos), se han publicado en medios contrarios a Podemos y redes sociales declaraciones de 2015 del secretario general morado, en las que alardeaba de vivir “a gustito” en un piso de 60m2 en un barrio obrero capitalino, Vallecas, y criticaba a los políticos que vivían en chalés.
¿Consideras que Pablo Iglesias e Irene Montero deben seguir al frente de la Secretaría General de Podemos y de la Portavocía parlamentaria?”, preguntará a su militancia el partido español Podemos.
En particular, ha criticado el asunto públicamente el alcalde de Cádiz (sur), José María ‘Kichi’ González, quien ayer viernes señaló en un comunicado que el código ético de Podemos implica un “compromiso de vivir como la gente corriente”, a lo que añadía: “No quiero dejar de vivir y criar a mis hijos en un piso de currante”.
Por el contrario, han defendido el derecho de Iglesias y Montero a comprar la casa en cuestión el secretario de Organización de Podemos, Pablo Echenique —que el jueves dijo que era “algo normal”—, y el exdirigente del partido Juan Carlos Monedero, que el mismo miércoles ironizó sobre el asunto en Twitter.
En su comparecencia junto a Iglesias, Montero ha criticado que la prensa “atraviese todos los límites” en los ataques a Podemos y sus dirigentes, y ha puesto como ejemplo de su pérdida total de intimidad la publicación de “decenas de fotografías”. “Han visto ustedes detalles de nuestra intimidad que no han visto ustedes de ningún político español”, ha señalado Iglesias.
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