La policía está en alerta máxima. Y sus agentes están por todos lados. Hace días, los grupos de extrema derecha provocaron las protestas antimigración que el Reino Unido jamás había conocido en más de una década. Y el Gobierno cree que pueden producirse más disturbios este fin de semana. Desde la Policía Metropolitana de Londres, el primer ministro, Keir Starmer, advirtió que los que cometen actos violentos acabarán en la cárcel.
A pesar de las movilizaciones de los ultras a causa de la muerte de tres niñas el pasado 29 de julio, ha habido marchas organizadas por la sociedad civil contra el racismo, como la que se produjo este viernes en Belfast, Irlanda del Norte.
Aun así, los grupos minoritarios, especialmente los musulmanes, creen que el xenofobia, no es un fenómeno nuevo en el Reino Unido, solo que en los últimos años, ha encontrado la oportunidad de expandirse.
Al menos, 700 personas han sido arrestadas durante los últimos días de los disturbios. La policía dice que no bajará la guardia, por lo que puede suceder este fin de semana. Las comunidades minoritarias aseguran que aún queda un largo camino que recorrer para erradicar la xenofobia en el Reino Unido.
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