La operación para liberar la ciudad iraquí de Mosul (norte) de manos de los terroristas del grupo EIIL (Daesh, en árabe) entra en su séptimo mes. Hasta el pasado octubre, la ciudad era prácticamente la capital iraquí del grupo terrorista.
Las operaciones de las fuerzas iraquíes continúan con lentitud, en parte, por los métodos que utiliza Daesh: francotiradores, coche bombas y explosivos tras abandonar un barrio y, en parte, por la alta densidad de población que aun está atrapada en la ciudad.
La parte occidental de la ciudad ya está en pleno frente de la batalla y, aunque Daesh usa como escudos humanos a los civiles, este no es el único motivo por el que mueren los ciudadanos de Mosul.
En marzo, un bombardeo de Estados Unidos y sus aliados acabó con la vida de cientos de civiles en el este de Mosul. Por esta razón, las fuerzas iraquíes han abierto corredores para la salida de los civiles.
La Organización de las Naciones Unidas (ONU) dice que más de medio millón de civiles han abandonado sus casas en Mosul y viven en los campos de refugiados. Pero también estima que casi medio millón de personas aun están atrapadas en zonas controladas por Daesh. Lo que dificulta aun más la liberación de la ciudad.
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