Los padres de familia de los 43 normalistas desaparecidos de Ayotzinapa, ya no quieren esperar más. A casi ocho años de la trágica noche de Iguala el 26 de septiembre de 2014, hay pocas certezas jurídicas sobre los jóvenes. Ya no reciben información periódica de la Fiscalía General de la República.
Lo más reciente, es la declaración del mandatario quien dijo que este año se publicarán los resultados de las investigaciones y se sabrá qué pasó con los estudiantes. Los padres, ya están cansados de promesas, persisten en sus dudas.
Los padres de familia de los estudiantes, perdieron su vida normal. Dejaron sus parcelas, desatendieron sus corrales y sus oficios rurales para involucrarse en la búsqueda de sus hijos.
Según datos del periódico español El País, Gualberto Ramírez, uno de los mandos de la fiscalía de la Procuraduría General de la República, ya tiene una orden de detención acusado de torturar a uno de los 94 detenidos producto de la investigación que dirigieron el procurador Jesús Murillo Karam y del ex director de la Agencia de Investigación criminal, el prófugo Tomás Zerón de Lucio.
La verdad histórica que armaron Murillo Karam y Zerón de Lucio, estableció que los 43 normalistas, fueron secuestrados, luego quemados en el basurero de Cocula y después sus restos arrojados en bolsas a un río. Ahora los padres esperan la versión final de la actual fiscalía.
Arturo Calvillo, Ciudad de México.
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