En los últimos tres años, la ola de violencia en el sur de México, específicamente en Chiapas, provocada por el crimen organizado desencadenó que hospitales de la zona limítrofe con Guatemala pararan sus servicios a la población.
Habitantes de municipios como Frontera Comala, Motozintla, Siltepec, Chicomuselo, Amatenango de la Frontera, entre otros; tuvieran que recorrer hasta más de dos horas cuando requerían de algún servicio médico.
Los médicos señalan que en algunas zonas ya pudieron regresar a sus centros de trabajo, donde lamentablemente tuvieron que desplazarse dejando a la población sin servicios de salud.
Las autoridades piden paciencia en donde todavía no se han restablecido al cien por ciento los servicios de salud, especialmente en clínicas rurales y hospitales, ya que apenas van a cumplir 100 días de gobierno y podría haber zonas del Estado de Chiapas en donde todavía no tengan acceso a los servicios de salud.
Debido a la violencia provocada por el crimen organizado hospitales en Chiapas tenían más de dos años de haber cerrado sus servicios a la población.
Apenas este año las autoridades lograron reabrir algunos centros de salud en la Frontera Sur para darles a los pobladores acceso a los servicios médicos.
Lizeth Coello, Chiapas, México
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