Publicada: viernes, 23 de agosto de 2024 0:31

La represalia de Irán contra el régimen de Israel por asesinar al líder de HAMAS en el territorio iraní no es una cuestión de ‘si’, sino de ‘cuándo’ y ‘cómo’.

Por: Pouriya Kousheshiyan *

Tras el vil asesinato del jefe del buró político del Movimiento de Resistencia Islámica de Palestina (HAMAs), Ismail Haniya, durante su visita oficial a Teherán, las autoridades de la República Islámica prometieron vengar su sangre mediante una operación militar de represalia contra la entidad sionista.

El Líder de la Revolución Islámica, el ayatolá Seyed Ali Jamenei, fue el primero en condenar el asesinato israelí del “querido huésped” y prometió un “castigo severo” contra el agresor.

La inminente acción militar de represalia, que muchos ya consideran como la ‘operación Verdadera Promesa 2’, conlleva varias implicaciones estratégicas y presenta diversos escenarios para los tomadores de decisiones en Teherán.

Estos escenarios dependen de la selección de objetivos en los territorios palestinos ocupados y de las capacidades militares conocidas y desconocidas de Irán.

Los factores clave detrás de la represalia de Irán incluyen la restauración de la disuasión, vengar el asesinato de Haniya que tuvo lugar en suelo iraní y propinar otro golpe devastador al régimen israelí ya acorralado y a su aparato militar.

El retraso en la represalia prometida —han pasado tres semanas desde el asesinato de Haniya— podría ser una estrategia deliberada por parte del liderazgo iraní, destinada a sorprender al régimen de Tel Aviv y a sus aliados, debilitando sus fuerzas, moral y equipo.

Dado que el asesinato ocurrió en territorio iraní, cualquier ataque de represalia por parte de Irán contra la entidad sionista ilegítima probablemente se originará desde dentro de Irán. La coordinación con otros miembros del Eje de la Resistencia también es muy probable, con el potencial de una división de tareas al inicio del ataque, que muchos creen tendría una naturaleza híbrida.

Es importante señalar que, antes del asesinato del líder de HAMAS en Teherán, el régimen israelí había asesinado a un alto comandante del Movimiento de Resistencia islámica de El Líbano (Hezbolá) en Beirut, capital libanesa, y también había llevado a cabo bombardeos mortales en la ciudad portuaria yemení de Al-Hudayda.

Tanto Hezbolá como las fuerzas militares yemeníes también han prometido enseñar una lección al régimen israelí.

Debido a la transferencia por parte de Irán de conocimientos y capacidades militares a sus aliados regionales, podríamos ser testigos de ataques de interferencia y magnéticos por parte de Hezbolá, ataques con drones por parte de los grupos de Resistencia en Irak y el lanzamiento de misiles balísticos de largo alcance desde Yemen contra territorios ocupados por Israel.

 

Aunque Israel y sus aliados, incluidos Estados Unidos, el Reino Unido, Francia, Jordania y posiblemente la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN), permanecen en alta alerta, podrían no ser capaces de defenderse contra una avalancha de miles de misiles de crucero de alcance medio y misiles balísticos de largo alcance iraníes.

Además, la flota de drones económicos y eficientes de Irán podría eludir los sistemas de defensa del régimen israelí, de Estados Unidos, Jordania, Arabia Saudí y Egipto, como vimos en la ‘Verdadera Promesa 1’.

Además, la posible adquisición por parte de Yemen de misiles balísticos intercontinentales hipersónicos podría servir como una plataforma significativa para que el Eje de la Resistencia demuestre su poder militar contra Israel y sus aliados.

Yemen parece estar preparándose para el ataque misilístico más sustancial en la historia de la región, utilizando misiles hipersónicos Fattah 2. Estos misiles, con sus capacidades únicas, podrían devastar la infraestructura económica de Israel y afectar significativamente las capacidades militares del ejército israelí.

Además, los misiles Fattah son plenamente capaces de destruir las instalaciones y bases militares subterráneas fortificadas y muy promocionadas de Israel.

Las autoridades iraníes habían advertido anteriormente de manera clara y categórica que si Israel cometía un error contra Irán, se dispararían misiles directamente contra Haifa y Tel Aviv.

 

Parece que Israel ha cruzado esa línea roja, convirtiendo estas ciudades, junto con instalaciones militares e de inteligencia clave, incluido el puerto de Haifa, las empresas de fabricación de defensa Rafael, bases aéreas y el aeropuerto internacional Ben Gurion, en objetivos legítimos para Irán y el Eje de la Resistencia.

Una de las acciones más directas y factibles que Irán podría tomar es el asesinato de altos funcionarios políticos y militares israelíes. Tal acto no solo formaría parte de una estrategia de represalia más amplia, sino que también demostraría el poderío en inteligencia y seguridad de Irán.

Además, Irán ha preparado durante mucho tiempo equipos cibernéticos para este momento, listos para dañar y destruir la infraestructura crítica del régimen, lo que serviría como un precursor para su eventual aniquilación.

Otro escenario posible para la venganza de Irán podría involucrar la captura o recuperación de áreas ocupadas en Siria, como los altos del Golán. Esto elevaría el enfrentamiento con Israel a un nuevo nivel.

Más allá de vengar el asesinato de Haniya y restaurar la disuasión, tal operación enviaría un mensaje a Israel de que el verdadero vencedor en este enfrentamiento es aquel que capture territorio, un recordatorio de las acciones genocidas de Israel tras la operación Tormenta de Al-Aqsa del 7 de octubre.

También es relevante mencionar los importantes avances de Irán en la adquisición de armas de “negación de acceso/área (A2/AD)” en los últimos años. Estas capacidades están diseñadas para contrarrestar cualquier ataque aéreo, marítimo o subsuperficial, neutralizando las posibles acciones ofensivas por parte de las fuerzas israelíes y estadounidenses.

Las consecuencias de estos ataques para Irán podrían conducir a tres resultados posibles: el inicio de una guerra regional a largo plazo, un conflicto limitado o la ausencia de guerra debido a la incapacidad de Israel y sus aliados para responder de manera efectiva.

Así que, basándose en las declaraciones de las autoridades iraníes y líderes de la Resistencia, así como en las acciones pasadas dirigidas a fortalecer la disuasión, parece inevitable que Irán y sus aliados lleven a cabo operaciones militares contra Israel. Solo queda por conocer el momento preciso y la naturaleza de la operación.

A pesar de la presencia de Estados Unidos y otros aliados de Israel en la región, y la declaración de su apoyo inquebrantable al régimen, la operación ‘Verdadera Promesa 2’ parece ser solo cuestión de tiempo.

* Pouriya Kousheshiyan es analista de asuntos militares y escritor con sede en Teherán.


Texto recogido de un artículo publicado en PressTV.