Por Xavier Villar
Este artículo sostiene que la República Islámica de Irán y Hezbolá comparten numerosas similitudes intelectuales e ideológicas. La principal diferencia entre ambos radica en el establecimiento de un gobierno islámico. Debido a las singulares condiciones del Líbano, caracterizadas por su diversidad cultural y religiosa, los líderes de Hezbolá no han podido perseguir de manera efectiva la creación de un régimen islámico.
Hezbolá, como el principal aliado de la República Islámica de Irán, es el único grupo islamista chií de larga data en la región y el único movimiento chií en Asia Occidental donde las teorías de la Revolución Islámica han sido implementadas prácticamente.
Uno de los movimientos islamistas más influyentes que surgió en el mundo árabe en la década de 1980 fue el revolucionario Hezbolá en Líbano. Este grupo emergió a principios de esa década, inspirado por la ideología del islam político del Imam Jomeini. Durante la guerra civil libanesa, los chiíes perdieron la confianza en los partidos de izquierda y en los movimientos nacionalistas árabes, buscando una ideología que les ofreciera estabilidad, paz y tranquilidad. Los principios, ideales y enseñanzas de la Revolución Islámica respondieron a las aspiraciones de estos chiíes marginados, cansados y heridos por el conflicto.
En este contexto, era natural que los chiíes, especialmente Hezbolá, acogieran las enseñanzas de paz y estabilidad de la Revolución Islámica, así como el sistema de la República Islámica y las directrices del Imam Jomeini.
Durante el triunfo de la Revolución Islámica en Irán, Líbano se encontraba inmerso en una guerra civil. A pesar de ello, Irán mantuvo relaciones con el país, basadas en la defensa de la paz, la estabilidad y el apoyo a la integridad territorial del Líbano frente al régimen sionista. Los lazos históricos entre los clérigos de ambos países, la cercanía con Israel, la acogida de refugiados palestinos y las constantes agresiones militares israelíes han reforzado la importancia de Hezbolá como un movimiento chií de Resistencia alineado con las políticas y objetivos de la Revolución Islámica en la región.
Hezbolá en Líbano
A principios de la década de 1960, la influencia de la cultura occidental, especialmente la francesa, junto con la proliferación de un discurso secular y la falta de respeto hacia las normas islámicas, generaron una profunda privación material y espiritual entre los chiíes en esa época de la historia libanesa. Esta situación llevó a varios clérigos chiíes libaneses a regresar tras años de estudio en Nayaf, dedicándose a la promoción de la cultura islámica, basada en la religión chií duodecimana, en las mezquitas de sus comunidades locales.
Con el tiempo, todas las miradas se centraron en tres destacados clérigos: el Imam Musa al-Sadr, el ayatolá Sheikh Muhammad Mahdi Shams al-Din y el ayatolá Sheikh Muhammad Hussein Fadlallah. Cada uno de ellos poseía características únicas y adoptó métodos científicos y prácticos, adaptándose a las preocupaciones culturales de la sociedad libanesa. La presencia de líderes religiosos y espirituales en el panorama libanés desempeñó un papel crucial en la creación y formación de la resistencia islámica.
Antes de la Revolución Islámica en Irán, las relaciones e influencias entre los clérigos chiíes de Líbano e Irán facilitaron una convergencia intelectual. Sin embargo, la revolución evidenció esta convergencia en un ámbito práctico. La expansión de la influencia de los clérigos chiíes en Líbano es uno de los motivos por los cuales la comunidad chií libanesa abrazó la Revolución Islámica. Tras la desaparición del Imam Musa al-Sadr, quien había logrado un cambio significativo en la comunidad chií a través de sus discursos, otras figuras como el Sheikh Raghib Harb y el Seyedd Abás Al-Musawi se inspiraron en la Revolución Islámica y en el Imam Jomeini para organizar sus actividades, fundando así el núcleo inicial de Hezbolá.
Si consideramos la pobreza y la privación que sufría la comunidad chií de Líbano, junto con su liderazgo religioso y propaganda, como dos de los factores internos más relevantes en la creación de Hezbolá, también debemos reconocer la victoria de la Revolución Islámica en Irán, bajo la dirección del Imam Jomeini, como un factor externo clave en su aparición y formación. Sin embargo, no se debe olvidar que la invasión del régimen sionista a Líbano en junio de 1982, la ocupación del sur del país y el desplazamiento de miles de chiíes, así como las masacres y crímenes cometidos por los soldados de este régimen contra los chiíes libaneses, fueron elementos fundamentales que facilitaron la aparición de Hezbolá.
En resumen, se deben considerar los siguientes factores como esenciales en la formación de Hezbolá en Líbano:
1. La influencia de las enseñanzas de la Revolución Islámica de Irán en Líbano, especialmente en la comunidad chií.
2. La privación y la falta de justicia social en la sociedad musulmana, junto con la ineficacia de la estructura gubernamental existente.
3. Las guerras civiles y el colapso del sistema democrático social, así como el desprecio por los derechos político-culturales de los chiíes.
4. El aumento de las agresiones del régimen sionista en el sur, con el objetivo de debilitar la posición de los musulmanes.
5. Desarrollos regionales, como las negociaciones de paz entre árabes e Israel y la amplia intervención de países extranjeros en los asuntos de Líbano.
Diversos factores han contribuido a la importancia de este grupo en el país. Hezbolá, fundamentado en las creencias del Islam chií y centrado en las enseñanzas de la Revolución Islámica de Irán y del Imam Jomeini, ha logrado movilizar a la población para enfrentar a Israel. Este movimiento, arraigado en principios ideológicos y en su práctica islámica, considera la lucha contra los ocupantes como una obligación, situando así la resistencia contra Israel en el núcleo de su actividad.
Al comparar la ideología política del Movimiento Hezbolá en Líbano con la Revolución Islámica de Irán, es importante considerar características clave de sus respectivas visiones políticas. A continuación, se destacan cinco aspectos fundamentales en los que ambos coinciden:
1. Visión sobre el Eje de Resistencia: Ambas posturas defienden con firmeza el Eje de Resistencia, enfatizando la lucha contra agresiones externas, especialmente de Israel.
2. Promoción de la Simbología islámica: Hay un enfoque compartido en la cultura de resistencia, el yihad y las operaciones de martirio.
3. Perspectiva sobre Palestina e Israel: Tanto Hezbolá como la República Islámica muestran un sólido compromiso con la causa palestina, rechazando la ocupación israelí.
4. Postura anti-occidental: Existe un rechazo común hacia los discursos políticos occidentales, proponiendo alternativas alineadas con sus propias ideologías.
5. Visión sobre la unidad basada en el Islam: Ambos coinciden en la importancia de una resistencia cohesiva ante las amenazas externas.
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El Islam político chií emergió como una ideología fundamental durante la Revolución Islámica y en la articulación de Hezbolá, actuando como faro y guía para los revolucionarios. Al adoptar esta idea y movilizar al pueblo contra el régimen, lograron no solo vencer al mal, sino también convertirse en un motivo de asombro y orgullo colectivo.
Es esencial reconocer que los objetivos primordiales de los revolucionarios se enmarcan en una ideología que busca implementar una forma de gobernabilidad justa, promover la unidad islámica frente a Occidente y revitalizar la identidad islámica. En este contexto, tanto la revolución como la lucha anti-hegemónica de Hezbolá fueron percibidas como amenazas para los intereses de las grandes potencias y el sistema mundial, desafiando un discurso global de dos siglos que consideraban obsoleto.
Así, se puede afirmar que el eje central sobre el que se articula todo el discurso de la República Islámica y de Hezbolá es la “identidad islámica, revolucionaria y antioccidental”. A partir de este núcleo, se puede comprender toda la convergencia político-ideológica entre Hezbolá y la República Islámica.