Por Pablo Jofré Leal
Una comunidad de naciones cuya realidad indica que ha devenido en el patio trasero de Estados Unidos y, sobre todo, testaferro de las acciones de desestabilización y agresión contra múltiples países: Libia, Siria, El Líbano, Irak, Yemen, entre otros, ocupando para ello su brazo militar la organización del Tratado del Atlántico Norte -OTAN- con un papel preponderante ejercido por el Pentágono cuando existe una situación bélica (1)
Bruselas, la capital de la mayoría de las instituciones de la UE como también de la OTAN, es el símbolo del sometimiento de las sociedades europeas a una política exterior digitada desde Washington, en alianza estrecha con la entidad nacionalsionista israelí, cuando la materia trata de Asia Occidental. Tal como lo hemos visualizado con los procesos vividos en países como Palestina, El Líbano, Irak, Siria, Irak, Yemen y como centro principal de sus objetivos de dominio el desestabilizar a la República Islámica de Irán.
Es un vasallaje constituido en una mancha vergonzosa, para el conjunto de los 450 millones de personas, que conforman la Europa de las tres eses (servil, sumisa y sometida) llamada Unión Europea (2) y donde la subordinación a los intereses de Estados Unidos va en directo perjuicio de los intereses nacionales de cada uno de sus miembros. Las autoridades políticas y militares de la UE y la OTAN (que tiene más miembros de la Europa comunitaria) no tienen capacidad alguna de crear y llevar adelante una agenda política a largo plazo y basado en los intereses europeos. Todo está ceñido a lo establecido por Washington en apremiante mancomunidad con los grupos de presión sionistas radicados en Estados Unidos, Francia, Gran Bretaña y Alemania, primordialmente.
Un proyecto europeo estéril en materia de autodeterminación frente a poderes extranjeros y que emana en forma fundamental de la secretaria de Estado de la potencia norteamericana, del Pentágono y de grupos de presión como el complejo militar industrial y el lobby sionista. Este último signa el derrotero de lo que debe ser la política exterior de occidente en la zona del Levante mediterráneo, que implica, en esencia, apoyar policía, militar, diplomática y financieramente al régimen nacionalsionista judeo israelí.
Lo mencionado, implica participar en comunión de intereses junto a Washington y los aliados de este en Asia Occidental como es el caso de Arabia saudita, Emiratos árabes Unidos, en diversas áreas; política, militar, diplomática, financiera e inteligencia en su quehacer de ocupación, colonización y genocidio contra el pueblo palestino, como también de desestabilización y embestidas contra El Líbano, Siria, Irak y Yemen. Mapa de conflictos que tiene también como objetivo el cerco y ataques, en el marco de una guerra híbrida, contra la República Islámica de Irán y la federación rusa.
La Unión Europea y Estados Unidos, a pesar de ciertas y mínimas discrepancias mantienen una alianza férrea en amplias esferas de relaciones materia política, militar y en áreas geopolíticas claves. Allí, los intereses transnacionales multimillonarios en materias energéticas, por ejemplo, gas y petróleo, son objetivos más que deslumbrantes, para que ese matrimonio por interés mantenga un comercio bilateral que, sólo el año 2023 significó un máximo histórico con más de 1.6 billones de euros, multiplicando el poder de las castas políticas a ambos lados del Atlántico.
Y, para mantener ese nivel de intercambio y de hermandad de intereses, aunque ellos sean bajo el sometimiento de Europa al poder omnipotente de Estados Unidos, Washington cuenta con la presencia de al menos 275 bases militares y emplazamientos (aéreas, navales y con tropas de tierra) desde los países del Báltico hasta Turquía, en un arco que refleja ese objetivo preponderante de utilizar a Europa como un muro de separación y amenaza latente contra Rusia y todo aquel situado al este de este nuevo telón de acero. Esas bases representan un tercio del total de bases militares que Estados Unidos posee fuera de sus fronteras.
En el ámbito de las consideraciones es siempre ineludible recordar que, en caso de un conflicto, una contienda bélica en Europa, donde participen países miembros de la OTAN, la comandancia general de este organismo militar está a cargo de un general estadounidense. Muestra evidente que la capitulación no es sólo económica y política, sino que esencialmente militar.
Y si esas cifras y sus proyectos de aumento significan sacrificar a Ucrania, entonces no se duda un segundo, que para eso el régimen kievita pone a disposición sangre a granel con tal de tratar de debilitar a Rusia y ampliar las áreas de dominio en el conjunto de Europa, ampliarse al Cáucaso Sur. Y, al mismo tiempo, con apoyo nacionalsionista influir en crear condiciones de desbalance del poder en Asia occidental como lo estamos observando con relación al genocidio en Palestina, la agresión contra la resistencia libanesa, el derribo del gobierno sirio, los ataques a Ansarolá en Yemen, las amenazas a Irak y la política de máxima presión contra Irán.
Con el agonizante gobierno el demócrata Joe Biden, esa alianza entre Europa y Estados Unidos parecía transitar con altos y bajos, pero donde la capitulación europea a los poderes del imperio era menos impúdica, que aquellos experimentados en la primera administración de gobierno de Donald Trump. Hoy esa dirigencia europea está profundamente preocupada ante la toma de posesión, para un segundo mandato, de Trump, este multimillonario, megalómano, poco diplomático, una locomotora impetuosa donde el respeto a la ley de su país y la internacional no son impedimento paras decir y hacer lo que le venga en gana.
El comercio será uno de frentes principales de pugna entre Estados unidos y una Europa que teme el próximo período presidencial de Trump quien ha amenazado en repetidas ocasiones la necesidad que su país imponer aranceles del 10 % a todas las importaciones europeas que lleguen a Estados Unidos. Una medida que “si llegan a introducirse, podrían causar estragos incalculables en toda la UE, una potencia exportadora que depende en gran medida del comercio mundial para crecer y compensar su floja demanda interna” (3)
Trump es un político con mentalidad escaso en diplomacia, sino que fuerte como empresario arrollador, que ya le ha señalado Europa una serie de amenazas relativas al amento de aportes en el PIB para engrosar las arcas de la OTAN o definitivamente salir de ella. Así lo sostuvo apenas fue electo “sacaré a Estados Unidos de la OTAN si los socios no pagan sus facturas” (4) El republicano afirmó que la OTAN se “aprovecha” de Estados Unidos en las contribuciones a la Alianza, pese a que su país es el que la defiende, al tiempo que Europa no le da un tratamiento comercial justo, en su opinión.
Temas relacionados con pagar la “protección” que se otorga a Europa en materia del paraguas nuclear, aunque Francia y Gran Bretaña sean potencias nucleares también, pero, a Donald Trump bien poco le importa el principito Macron o el insulso primer ministro británico. Trump también advirtió que su gobierno podría reducir la ayuda a Ucrania. Trump no tiene pelos en la lengua, lo suyo es “American First”.
A estos políticos europeos les preocupa enormemente el próximo gobierno de Trump, pues refleja que la subordinación será mayor. No existe político alguno en esa Europa cervatilla, capaz de oponerse este multimillonario que por segunda vez ocupa la casa Blanca y a sus 78 años aparece con más energía que nunca para llevar adelante sus planes donde el tema Ucrania se presenta prioritario. Y que ha saltado a la palestra tras la denuncia del primer ministro de Hungría Víctor Orbán, quien sacó a la luz aquello que se ha denunciado hace tiempo ya “Estados Unidos y la Unión Europea han proporcionado más de 300 mil millones de euros en ayuda a Ucrania desde inicio de la guerra. Una cantidad de dinero que hubiese hecho maravillas si se hubiera gastado para mejorar la vida de la gente dentro de la Unión Europea, para desarrollar los países de los Balcanes occidentales al nivel de la UE o para reforzar las capacidades militares”.
A las palabras de Orbán, que deberían generar un clamor en la sociedad europea, cosa que creo es impensable, pues se trata de sociedades adormecidas, aplastadas bajo el poder omnímodo de la casta política que sólo busca seguir lucrando de las guerras, que suelen dinamizar sus economías. A la dirigencia europea no le preocupa terminar la guerra, sino que esta concluya por decisión de Washington dispuesto a minimizar el aporte financiero e incluso apoyar el término de ella como lo ha sostenido Donald Trump repetidamente.
Los medios de comunicación europeos señalan con urgencia que, en previsión del regreso de Donald Trump a la Casa Blanca, la Unión Europea está dando los primeros pasos para elaborar una estrategia unificada. El regreso de Trump a la Casa Blanca no ha sido precisamente una sorpresa mayúscula para Bruselas, ya que las encuestas apuntaban a una carrera extremadamente reñida en la que cualquier resultado era posible. Aun así, la vuelta de un hombre con tanta aversión al sistema multilateral en un momento en que el mundo está viviendo varias guerras brutales hace sudar a funcionarios y diplomáticos europeos”. El primer ministro luxemburgués Luc Frieden ha señalado respecto a Trump que “Vamos a hablar con él, vamos a escucharle, y luego tenemos que adaptarnos con una fuerte respuesta colectiva europea (5)
Para Trump la guerra en Ucrania nunca debería haber tenido lugar y afirma que podría imponer la paz en este país de Europa oriental en “24 horas”, incluso haciendo comentarios elogiosos con relación al presidente ruso Vladimir Putin y la relación que tiene con él. Tanto en Europa en sus organizaciones políticas como militares, como también en el régimen kievita existe un temor manifiesto por el próximo mandamás en el salón oval de la Casa Blanca.
Mandato que podría obligar al alicaído mandatario ucraniano Volodimir Zelenski (quien sólo ejerce el mando por un decreto de ley marcial ya que en mayo del 2024 terminó constitucionalmente su mandato) a negociar la paz bajo las condiciones que imponga Moscú, quien estratégicamente hace muchos meses derrotó al régimen kievita, quien sólo se mantiene y precariamente en pie, gracias al apoyo militar y financiero de Occidente.
Dentro de los mandatarios europeos, el que se ha presentado con declaraciones que lo presentan más lúcido y aterrizado, que el resto de los líderes políticos de la Unión Europea, parece ser precisamente el presidente húngaro Viktor Orbán quien ha señalado “el actual curso de los acontecimientos en Ucrania, la toma de posesión de Trump exige que los líderes del bloque comunitario adopten un enfoque más pragmático para garantizar la estabilidad y la resiliencia económica dentro de la Unión Europea”.
Para el presidente húngaro, Bruselas sigue estando desconectada de las realidades globales y prueba de ello fue la decisión del Parlamento Europeo de seguir enviando fondos a Kiev (50 mil millones de euros) describiendo esto como un claro ejemplo de prioridades equivocadas. Decisión que, recordemos, tuvo el veto de Orbán (6) que sólo fue superado en función de ciertas concesiones a la presidencia del consejo de la Unión Europea en manos de Orbán fijada hasta enero del 2025. A principios de diciembre de 2024 Orbán propuso un alto el fuego navideño entre Ucrania y Rusia- planteado incluso al electo presidente estadounidense en la visita a Estados Unidos por Orbán - aporte destacado por Moscú, pero rechazado rotundamente por Kiev.
En este ámbito de negociaciones, en la conferencia anual ante la prensa internacional dada por el presidente ruso Vladimir Putin, este ha señalado que “Rusia está lista para negociar y llegar a acuerdos sobre temas estratégicos y estoy dispuesto en cualquier momento a reunirme con el presidente electo de Estados Unidos, Donald Trump. No sé cuándo lo veré. No ha dicho nada al respecto. No he hablado con él en más de cuatro años. Estoy listo para ello, por supuesto. En cualquier momento. Si alguna vez celebramos una reunión con el presidente electo Trump, estoy seguro de que tendremos mucho de qué hablar” (7) La última cita entre Putin y Trump tuvo lugar en junio de 2019 en el marco de la cumbre del G20 en Japón. Trump, por su parte señaló en la conferencia Turning Point celebrada en Arizona el pasado 23 de diciembre su disposición a reunirse con Putin “donde esperamos ponerle fin a esta guerra”. El presidente electo ha calificado de “terrible” la contienda en Ucrania y reiteró que, si hubiera sido presidente de Estados Unidos en lugar del actual jefe de Estado, Joe Biden, ese conflicto no habría ocurrido (8)
Disputas políticas en el seno de la Unión Europea, alguna que otra declaración soberana, más altisonante que real, la realidad es que Europa es hoy el nuevo patio trasero de Estados Unidos. Refería en un artículo anterior que la casta política estadounidense, junto a los grupos de presión del complejo militar industrial, los movimientos y organizaciones sionistas, son los que marcan la política exterior estadounidense y con ello las vigas maestras en su relación con esa Europa, que hace mucho tiempo perdió todo signo de soberanía.
Lo vemos, no sólo con relación al tema ucraniano, sino también en el manejo vergonzoso respecto a la política de genocidio llevado a cabo por el régimen sionista israelí, que no sufre presión alguna de Europa para detener sus crímenes. Y donde el tema de la posibilidad de detener al primer ministro sionista Benjamín Netanyahu y el ex ministro de la guerra Yoav Gallant por crímenes de guerra y lesa humanidad, según orden de arresto internacional dictado por la Corte penal Internacional (CPI). Ahí también juega la decisión de Washington para que sus cervatillos europeos cumplan un mandato legal que es vinculante para todos aquellos que firmaron el estatuto de Roma y en esa situación se encuentra Europa.
Hoy, en Europa, a través de la imposición de una narrativa política, apoyada por los grandes medios de manipulación y desinformación occidentales, llevada a cabo por el gobierno estadounidense, se ha impulsado el fortalecimiento de un sentir y una conducta de sometimiento a la Casa Blanca. En ese marco, el poder de sus grupos de presión, al modelo de vida y a la visión de mundo de la nación del norte del continente americano. Imbricado aquello por un eje de rusofobia, como nunca en la historia de las relaciones internacionales, que ha concretado un continente, una Europa servil, sumisa y sometida. Un continente norteamericanizado en forma indigna (9)
Pablo Jofré Leal
Articulo para Hispantv
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- Estructura de mando militar. Las operaciones militares de la OTAN están dirigidas por el presidente del Comité Militar de la OTAN y se dividen en dos Comandos Estratégicos, ambos comandados durante mucho tiempo por oficiales estadounidenses, asistidos por un personal procedente de toda la OTAN. La Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN) tiene sus orígenes en el Tratado de Washington firmado el 4 de abril de 1949, por el que doce países de ambos lados del Atlántico (Bélgica, Canadá, Dinamarca, Estados Unidos, Francia, Islandia, Italia, Luxemburgo, Noruega, Países Bajos, Portugal y Reino Unido) se comprometieron a defenderse mutuamente en caso de agresión armada contra cualquiera de ellos. https://www.exteriores.gob.es/RepresentacionesPermanentes/otan/es/Organismo/Paginas/Que-es.aspx
- La Unión Europea y Estados Unidos representan el 60% del PIB mundial, el 33% del comercio mundial de bienes y el 42% del comercio mundial de servicios.
- https://www.nytimes.com/es/2024/12/20/espanol/mundo/europa-trump-aranceles.html
- https://www.dw.com/es/trump-dice-que-considerar%C3%A1-que-estados-unidos-abandone-la-otan/a-70996508
- https://es.euronews.com/my-europe/2024/11/13/hablar-pactar-reforzar-asi-planea-la-union-europea-gestionar-el-regreso-de-donald-trump
- https://www.larazon.es/internacional/hungria-levanta-veto-desbloquea-50000-millones-euros-ayuda-europea-ucrania_2024020165bb79c1c3cb30000117bc36.html
- https://www.dw.com/es/putin-est%C3%A1-dispuesto-a-reunirse-con-trump-en-cualquier-momento/a-71112506
- https://noticiaslatam.lat/20241222/trump-expresa-que-esperara-a-una-reunion-con-putin-para-resolver-el-conflicto-de-ucrania-1159967431.html
- https://www.hispantv.com/noticias/opinion/603638/europa-nuevo-patio-trasero-washington