El 3 de enero de 2020, en un acto calificado como terrorista, drones estadounidenses acabaron con la vida del comandante de la Fuerza Quds del Cuerpo de Guardianes de la Revolución Islámica (CGRI) de Irán, Qasem Soleimani, y del subcomandante de las Unidades de Movilización Popular de Irak (Al-Hashad Al-Shabi), Abu Mahdi al-Muhandis, en Bagdad, la capital iraquí.
Cinco días después de este cobarde asesinato, Irán respondió con un ataque de misiles a dos bases norteamericanas en Irak, ubicadas en la provincia occidental de Al-Anbar y en la región del Kurdistán. Sin embargo, las autoridades iraníes dejaron claro que este ataque no constituía la venganza definitiva por la muerte de Soleimani, y que las represalias contra Estados Unidos continuarían.
Su asesinato dejó una profunda herida en el corazón del pueblo iraní, porque la figura de Soleimani no solo era un símbolo de la lucha contra el terrorismo, sino también un pilar de esperanza y fortaleza para muchos. Su asesinato fue percibido como un ataque directo a la dignidad y soberanía de Irán, intensificando el dolor y la indignación del pueblo.
En cada rincón del país, desde las grandes ciudades hasta los pequeños pueblos, la tristeza por su pérdida se siente profundamente, y su legado sigue vivo en los corazones de aquellos que lo consideraban un verdadero defensor de la patria.
Las repercusiones del martirio de Soleimani no se limitaron al ámbito político y militar. Soleimani, con su carácter, era una combinación de un comandante militar hábil y una persona comprometida con los principios éticos y humanos.
Tras su martirio, muchos analistas y medios de comunicación reconocieron que no solo era una amenaza para los enemigos de la Revolución Islámica, sino también un modelo espiritual e intelectual de Resistencia y lucha contra la hegemonía global. Hoy en día, se ha convertido en un símbolo de Resistencia contra la dominación y las agresiones mundiales.
El Héroe de la Lucha Contra el Terrorismo
Soleimani no era solo una figura militar de gran importancia, sino que también lideraba el Eje de la Resistencia, una potencia militar regional destinada a luchar contra el terrorismo y planes expansionistas de Estados Unidos e Israel en Asia Occidental. Su asesinato fue una provocación clara con múltiples objetivos, entre ellos, debilitar a corto plazo la capacidad de Irán en Irak, Siria, Palestina, Yemen y toda Asia Occidental.
Al eliminar al estratega más fuerte de Irán en la lucha antiterrorista, Estados Unidos otorga fuerza y ventaja a los grupos terroristas en Asia Occidental para continuar con sus acciones. Soleimani era una personalidad política popular tanto en Irán como en Irak, Siria, Palestina y Yemen, lo que ha llevado a Irán y a los grupos de la Resistencia a enfatizar su intención de vengarse de Estados Unidos.
Una Figura Global y Símbolo de Resistencia
El carácter de Soleimani, tras su martirio, se convirtió en un símbolo global. No era solo una figura iraní o regional; era un representante del Frente de Resistencia global contra la opresión y la arrogancia. Soleimani no solo era conocido y respetado en Irán, sino también en varios países desde el Líbano hasta Palestina, desde Yemen hasta Afganistán. Sus admiradores y seguidores en todo el mundo toman inspiración de sus características como la honestidad, valentía, compasión y humildad.
Esta figura global indica que Qasem Soleimani era más que un comandante militar o un diplomático profesional; era un mentor intelectual y un símbolo de Resistencia contra la injusticia. Como verdadero luchador, siempre defendió ideales humanos e islámicos, luchando por la justicia en el mundo. Por eso, Soleimani ocupa un lugar especial no solo en los campos de batalla, sino también en los corazones y mentes de millones de personas amantes de la libertad en todo el mundo.
Su carácter, con todas sus diversas y complejas dimensiones, sigue siendo influyente como un modelo estratégico, humano y revolucionario. Se destacó no solo en los campos militar y de seguridad, sino también en las arenas diplomáticas y sociales. La adhesión de Soleimani a los principios de la Resistencia lo ha establecido como una personalidad global, un símbolo de lucha contra la opresión.
Su doctrina permanece viva en los corazones de millones de personas, desde Irán hasta otras partes del mundo, y continuará iluminando el camino para futuras luchas por la justicia y esfuerzos contra la arrogancia en la historia.