Liberación de los secuestrados palestinos refleja la unidad de la causa

Por: Nahid Poureisa *

Esto ocurrió una semana después de que 90 secuestrados palestinos fueran liberados en intercambio el Movimiento de Resistencia Islámica de Palestina (HAMAS) que entró en vigor el domingo pasado.

Hasta ahora, 290 palestinos, muchos de ellos languideciendo en cárceles israelíes durante décadas, han sido liberados como parte del acuerdo alcanzado entre el régimen israelí y HAMAS después de 471 días de guerra genocida sobre la sitiada y asediada Franja de Gaza.

Los prisioneros liberados pertenecen a una amplia variedad de facciones palestinas, incluidas HAMAS, la Yihad Islámica, Al-Fatah, el Frente Popular para la Liberación de Palestina (FPLP) y el Frente Democrático para la Liberación de Palestina (FDLP).

Esta representación diversa destaca la unidad de la resistencia palestina y la inmensa fuerza colectiva necesaria para asegurar un acuerdo histórico, después de que el régimen sionista no lograra alcanzar ninguno de sus objetivos militares a pesar de más de 15 meses de agresión genocida e implacable.

El movimiento de Resistencia HAMAS, que lideró la operación Tormenta de Al-Aqsa el 7 de octubre de 2023, demostró que su estrategia está basada en la inclusividad y los principios fundamentales de unidad y liberación.

Al incluir a secuestrados de diversos antecedentes ideológicos y organizacionales, el movimiento con base en Gaza reafirmó su compromiso con la resistencia colectiva, la solidaridad y el objetivo común de la liberación de los territorios ocupados del apartheid y la ocupación sionista.

El imperialismo occidental ha buscado durante mucho tiempo socavar la legítima lucha palestina, a menudo presentándola como un conflicto entre modernidad y extremismo religioso, o como uno basado en la intolerancia religiosa.

Sin embargo, esta narrativa está muy alejada de la realidad. En su núcleo, la lucha palestina es una batalla contra la opresión colonial, un enfrentamiento entre el pueblo indígena de Palestina y los ocupantes extranjeros respaldados por potencias occidentales.

Después de dos devastadoras guerras mundiales, las potencias europeas buscaron resolver sus propios problemas geopolíticos y demográficos creando entidades coloniales como Israel en el corazón de Asia Occidental.

Lo que a menudo se etiqueta como el “conflicto palestino-israelí” no es un choque de religiones o ideologías, sino una lucha por la restauración de tierras robadas, dignidad y supervivencia contra un proyecto en curso de colonización de asentamientos.

Esta verdad ha quedado claramente evidenciada en la liberación de los secuestrados palestinos en las últimas semanas.

Aunque HAMAS es un movimiento islámico, incluyó figuras como Jalida Yarrar, una revolucionaria marxista, en el intercambio. Esta inclusión desafía la narrativa occidental que presenta a HAMAS y a la Resistencia palestina en general como exclusivamente religiosas o extremistas.

Las acciones de HAMAS subrayan el hecho de que la Resistencia se basa en los principios de justicia, liberación y el derecho a vivir con dignidad, trascendiendo cualquier límite ideológico estrecho.

Yarrar, una destacada figura política palestina y defensora de toda la vida de la liberación palestina, estuvo entre los liberados en la primera fase del intercambio el domingo pasado.

Aunque no está afiliada a HAMAS, su liberación resalta la inclusividad dentro del movimiento palestino que lucha contra la entidad colonial sionista respaldada por Occidente.

Yarrar, una líder feminista y marxista, representa una voz secular en la lucha por la liberación palestina. Su liberación desafía directamente las narrativas islamofóbicas que a menudo presentan a los movimientos de Resistencia contra el sionismo y el imperialismo occidental como regresivos o contra las mujeres.

Los esfuerzos de HAMAS para asegurar su libertad demuestran que su lucha es por la liberación de todos los palestinos, sin importar su género, ideología o antecedentes. Esta decisión es una afirmación de la lucha colectiva por la justicia, no una búsqueda de objetivos sectarios o ideológicos estrechos.

Marwan Barghouti, a menudo referido como “el Mandela de Palestina”, sigue siendo una figura central en las discusiones sobre intercambios de prisioneros. Aunque aún no ha sido liberado, su libertad sigue siendo una prioridad para la dirección de HAMAS.

El liderazgo de Barghouti durante las Intifadas (levantamientos) y su enorme popularidad, especialmente entre los jóvenes palestinos, lo convierten en una figura unificadora en la lucha por la liberación.

Aunque algunos lo ven como un rival de HAMAS, la prioridad del movimiento por asegurar su liberación refleja su enfoque en la causa colectiva palestina y la lucha común contra el enemigo.

La eventual liberación de Barghouti inspiraría al pueblo palestino y desafiaría la estrategia del ocupante de dividir a la Resistencia a lo largo de líneas políticas o ideológicas.

Las narrativas occidentales, que han tratado de deslegitimar la Resistencia palestina presentándola como un choque entre extremismo religioso y modernidad, son esencialmente narrativas falsas diseñadas para justificar proyectos de colonización de asentamientos y oscurecer la verdadera naturaleza de la lucha palestina, justa y legítima.

De hecho, las acciones de la Resistencia contrastan profundamente con estas narrativas. Por ejemplo, el trato humanitario de los retenidos israelíes por parte de HAMAS, según lo informado por los propios cautivos, contrasta radicalmente con el trato brutal que reciben los prisioneros palestinos en las cárceles israelíes.

Estas acciones subrayan la base moral de la resistencia y desafían los intentos occidentales de equiparar al opresor con el oprimido.

La inclusión de figuras como Yarrar y la priorización de la liberación de Marwan Barghouti refuerzan el compromiso con la unidad y la liberación a través de líneas ideológicas. Estas decisiones rechazan la falsa dicotomía que el imperialismo occidental intenta imponer y afirman el compromiso de la resistencia con la justicia.

El enfoque inclusivo de HAMAS en los acuerdos de intercambio refleja su compromiso con una lucha palestina unida que no solo fortalece la unidad interna, sino que también desafía los esfuerzos externos por debilitar la causa palestina.

En última instancia, el objetivo de la Resistencia palestina es una Palestina libre y unida, basada en la justicia y la igualdad para todos sus pueblos. HAMAS ha demostrado su compromiso con estos principios, y la propaganda occidental sobre el movimiento de resistencia no puede cambiar ese hecho.

* Nahid Poureisa es un analista iraní e investigador académico enfocado en Asia Occidental y China.

Texto recogido de un artículo publicado en Press TV.