Por Humaira Ahad
Los narcisos, que simbolizan la primavera, se venden en cada quiosco de flores de la ciudad.
Esta es la época del año en que el aire fresco que baja de las montañas, acompañado por gotas de lluvia —consideradas un buen augurio—, brinda comodidad y alegría a quienes esperan con ilusión un nuevo comienzo.
En Irán, los preparativos para el Año Nuevo comienzan al menos un mes antes de que llegue la temporada festiva. La gente realiza una gran limpieza de primavera llamada Janeh Tekoni, que literalmente significa “sacudir la casa”.
Aproximadamente 20 días antes del equinoccio de primavera, los iraníes también comienzan a cultivar Sabze (brotes de trigo o lentejas) para la mesa del haft-sin.
El haft-sin es un ritual simbólico que significa “siete cosas que comienzan con la letra ‘s’” en persa. El número siete tiene una gran importancia tanto en el Islam como en los antiguos textos persas.
La mesa del haft-sin está compuesta por siete elementos “dispuestos artísticamente”, cada uno con un significado especial:
- Sabze (brotes), que representan el renacimiento y la renovación.
- Senyed (olivo ruso), símbolo del amor.
- Sib (manzana), que representa belleza y salud.
- Sir (ajo), indicando medicina.
- Samanu (budín de trigo), señal de fertilidad y riqueza.
- Serke (vinagre), que simboliza paciencia y sabiduría.
- Sumac (zumaque), reflejo del amanecer —el inicio de un nuevo día.
En Irán, Noruz es mucho más que una celebración estacional. Representa una profunda renovación metafísica. Según las antiguas tradiciones persas, Noruz marca el triunfo del bien sobre el mal. También se cree que simboliza el vínculo entre la humanidad, la naturaleza y lo divino.
La festividad también está asociada con el Imam Ali ibn Abi Talib (P). Muchos creen que el primer imam chiita y cuarto califa nació y asumió el califato en este día.
Según la leyenda, un regalo de falude, un postre dulce con sabor a rosa, fue enviado al Imam Ali (P) en Noruz. Cuando supo la razón detrás del obsequio, anunció: “Que todos los días sean Noruz”.
El Imam Yafar al-Sadiq (P), el sexto imam chií, destacó la importancia de recordar a Dios en el día de Noruz. Según una de las narraciones del séptimo imam chií, Musa Kazem (P), Noruz es el día en que Dios hizo un pacto con las almas para adorarle sin asociarle compañeros.
“Fue en este día cuando el universo comenzó su movimiento, y las flores aparecieron en la Tierra. El ángel Gabriel se le apareció al Profeta Muhamad (P) en este primer día del equinoccio de primavera”, aumentando así la importancia de Noruz para los musulmanes.
En diversas culturas, Noruz es un momento en que las comunidades agrícolas expresan gratitud por la fertilidad de la tierra y se preparan para la próxima temporada agrícola, esencial para la continuidad de la raza humana.
El ciclo de renacimiento en la naturaleza, donde el invierno cede paso a la primavera, tiene profundas implicaciones espirituales para las comunidades pastoriles. Las personas creían en la presencia de una esencia viviente y espiritual dentro de todos los elementos de la naturaleza. Así, el regreso de la primavera era visto como una manifestación del poder de la naturaleza.
Históricamente, la celebración de Noruz reforzó la fe en la lucha cósmica continua y el eventual triunfo del bien. En la antigua Persia, las festividades de Noruz reafirmaban el compromiso con los principios de verdad, orden y rectitud.
En 2016, la Unesco reconoció a Noruz como Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad, destacando su importancia como un puente cultural entre la tradición y la modernidad. En 2010, las Naciones Unidas declararon el 21 de marzo como el Día Internacional de Noruz, conmemorando el festival persa de siglos de antigüedad.
Esta festividad congrega a millones de personas en todo el mundo que observan el renacimiento de la naturaleza, participando en diversas celebraciones. Noruz se celebra con gran fervor en países influenciados por la cultura persa, incluidos Afganistán, Azerbaiyán, India, Pakistán, Tayikistán y otras naciones de Asia Central.
Noruz en Afganistán
En Afganistán, las celebraciones de Noruz incluyen la preparación del Haft Mewa, una delicia elaborada con siete tipos de frutas secas, que complementa la tradicional mesa del haft-sin.
El Festival de la Flor Roja (Gul-e-Sorj) es una de las principales celebraciones de Noruz en Afganistán. Tiene lugar en la provincia norteña de Mazar-i-Sharif durante los primeros 40 días del año, cuando los tulipanes rojos florecen en las verdes llanuras y colinas que rodean la ciudad.
La ceremonia de izamiento de la bandera (Jhenda Bala) en el patio de la icónica Mezquita Azul de Mazar-i-Sharif da paso a un torneo de Buzkashi, un deporte tradicional afgano en el que jinetes montados intentan colocar el cuerpo de una cabra o ternero en una meta.
El día después de Noruz se celebra como el Día del Agricultor en Afganistán, marcado con ceremonias y exhibiciones de productos agrícolas y ganado.
Noruz en Tayikistán
El mayor festejo anual en Tayikistán es Noruz, considerado un festival de amistad y renovación de todos los seres vivos. Al igual que en la tradición persa, los tayikos también saltan sobre el fuego el último miércoles del año (Chaharshanbe Suri).
Una de las tradiciones más antiguas de Noruz en Tayikistán es la recolección de flores silvestres por parte de los niños en los pueblos. Vestidos con atuendos coloridos, los niños recorren las calles, tocan las puertas de las casas y entregan flores a los vecinos mientras recitan canciones tradicionales. Esta costumbre tiene lugar una semana antes de Noruz.
En algunos pueblos, las comunidades se reúnen para ayudar a quienes enfrentan dificultades. La ocasión también se utiliza para pedir perdón por errores pasados y reparar relaciones rotas.
Noruz en Azerbaiyán
Noruz es una tradición milenaria en Azerbaiyán que encarna la renovación de la vida. En las cuatro semanas previas al festival, los azerbaiyanos observan cuatro martes sagrados, cada uno dedicado a uno de los elementos fundamentales de la naturaleza:
- Martes del Agua: Representa pureza y rejuvenecimiento.
- Martes del Fuego: Simboliza calor y vitalidad.
- Martes del Viento: Significa movimiento y transformación.
- Martes de la Tierra: Despierta la fertilidad y fuerza de la naturaleza.
Para los azerbaiyanos, estos elementos simbolizan la llegada de la primavera y aseguran un año de prosperidad y bienestar.
Un aspecto importante de Noruz es la costumbre de los niños de golpear puertas pidiendo golosinas. Los pequeños dejan sus sombreros o bolsas en las puertas, esperando recibir dulces y postres tradicionales como shekarbura y paklava.
Noruz en Cachemira
Históricamente, la región india de Cachemira ha mantenido fuertes vínculos culturales con Irán, donde la cultura persa ha influido significativamente en las tradiciones cachemires.
Al igual que en Irán, Noruz se celebra con gran entusiasmo en la región himalaya. Las personas visitan santuarios y mezquitas prominentes para ofrecer oraciones especiales.
La sociedad agrícola de Cachemira considera Noruz altamente auspicioso. Según la tradición local, los agricultores creen que las semillas sembradas en Noruz darán lugar a plantas saludables.
El 21 de marzo, los cachemires también celebran el Día Internacional de los Bosques, organizando campañas de reforestación en todo el pintoresco valle.
La lluvia en Noruz, comúnmente conocida como Noruz-Khund, se considera una bendición. Las personas recolectan el agua de lluvia, creyendo en sus propiedades curativas.
Al igual que en Irán, los manjares tradicionales de Noruz en Cachemira incluyen pescado y tallo de loto (Nadur) cocinados con hojas verdes. Para los cachemires, Noruz es una ocasión para visitar a familiares y conocidos, fortaleciendo los lazos mientras la Tierra se prepara para su renacimiento.
El festival de Noruz, con sus profundas raíces históricas y su significado cultural, actúa como una fuerza unificadora para personas de diversas regiones, lenguas y culturas.
Texto recogido de un artículo publicado en Press TV.