Por: Xavier Villar
En el marco de su gira por Pakistán, el ministro de Asuntos Exteriores de Irán, Seyed Abás Araqchi, mantuvo este lunes una conversación telefónica con Kaja Kallas, alta representante de la Unión Europea para Asuntos Exteriores y Política de Seguridad. La llamada tuvo lugar en un contexto de gran relevancia para las relaciones internacionales, con un enfoque particular en la situación regional e internacional, así como en el desarrollo de las negociaciones indirectas entre Irán y Estados Unidos, destinadas a sustituir el acuerdo nuclear de nombre oficial el Plan Integral de Acción Conjunta (JCPOA o PIAC, por sus siglas en inglés), que fue abandonado unilateralmente por Estados Unidos.
Este contacto forma parte de los esfuerzos continuos por reactivar un diálogo diplomático que permita abordar de manera efectiva los temas de seguridad compartidos entre ambas partes, al mismo tiempo que resuelve las preocupaciones planteadas por la comunidad internacional, especialmente en lo que respecta al programa nuclear de Irán, que ha sido objeto de intensos debates y especulaciones.
El enfoque diplomático de Irán: una voluntad seria y una visión realista
Durante la conversación, el ministro Araqchi reafirmó el compromiso de Irán con la vía diplomática para resolver las "preocupaciones artificiales" en torno a su programa nuclear, que el país insiste en que tiene fines exclusivamente pacíficos. Este enfoque de Irán ha sido consistente desde el inicio de las negociaciones del JCPOA en 2015, donde el país firmó un acuerdo con las principales potencias mundiales con el objetivo de limitar sus actividades nucleares a cambio del levantamiento de las sanciones internacionales. Sin embargo, la retirada unilateral de Estados Unidos del acuerdo en 2018 ha complicado aún más la situación, poniendo en duda la viabilidad del acuerdo y afectando las relaciones internacionales de Irán.
Araqchi subrayó que para desbloquear el proceso negociador, es fundamental que la parte europea actúe con “una voluntad seria y una visión realista”. En su intervención, destacó que el principal punto de preocupación de la comunidad internacional ha sido siempre el temor de que Irán desarrolle armas nucleares. En este sentido, el ministro iraní argumentó que “ese obstáculo es superable” y que alcanzar un acuerdo sobre el tema está completamente dentro del alcance, siempre que se eviten posturas “irreales e ilógicas”. De acuerdo con el ministro, la clave radica en una negociación constructiva y pragmática que, de una vez por todas, aborde los temas de fondo sin que predominen los intereses políticos de corto plazo.
La postura de Irán se presenta como un intento por distanciarse de las narrativas que retratan al país como un actor agresivo en el contexto nuclear, mostrando una disposición clara a resolver el conflicto de manera pacífica. En este sentido, Araqchi afirmó que Irán está abierto a continuar las conversaciones con los tres países europeos (Alemania, Francia y el Reino Unido) que participaron en el JCPOA, reiterando el compromiso de su gobierno con la diplomacia multilateral.
El E3 y el “trigger mechanism”
No obstante, las relaciones entre Irán y los tres países europeos han sido tensas en los últimos tiempos. A pesar de la voluntad de diálogo expresada por el ministro, la amenaza del E3 de activar el conocido “trigger mechanism” (mecanismo de activación) sigue siendo una amenaza latente. Este mecanismo, incluido en el JCPOA, permite a las partes europeas iniciar un procedimiento para imponer sanciones a Irán si consideran que el país no está cumpliendo con sus obligaciones bajo el acuerdo.
El uso del “trigger mechanism” por parte de los países europeos generaría consecuencias significativas para la economía iraní, que ya enfrenta una situación difícil debido a las sanciones internacionales impuestas por Estados Unidos. Sin embargo, la acusación de incumplimiento por parte de Irán carece de base sólida, ya que fue Estados Unidos quien, en 2018, decidió romper el acuerdo de manera unilateral, lo que ha alterado las condiciones bajo las cuales se firmó el pacto. Los analistas internacionales han señalado que la reactivación de las sanciones bajo el “trigger mechanism” no tendría sentido, ya que, si bien Irán ha tomado algunas decisiones sobre su programa nuclear en respuesta a la retirada de Estados Unidos, no ha superado los límites establecidos en el acuerdo original.
Irán y la guerra de Rusia con Ucrania
Otro tema clave abordado durante la conversación entre Araqchi y Kallas fue la postura de Irán respecto a la guerra en Ucrania y su cooperación con Rusia. El ministro iraní fue claro en señalar que su país no está involucrado en el conflicto de Ucrania de ninguna manera y que su cooperación con la Federación Rusa “no está dirigida contra ningún tercer país”.
La postura de Irán respecto a la guerra en Ucrania ha sido caracterizada por una cautela estratégica y un equilibrado enfoque diplomático. Desde este marco, la invasión de Ucrania es vista por Teherán como una respuesta a los movimientos estratégicos de Occidente, que habrían puesto en peligro la seguridad de Rusia y, por ende, la estabilidad de la región.
A lo largo de la guerra, Irán ha sido prudente al evitar cualquier implicación directa en el conflicto, rechazando categóricamente cualquier involucramiento militar. El actual ministro de Asuntos Exteriores de Irán, Seyed Abás Araqchi, reiteró que “Irán no ha enviado ningún misil balístico a Rusia”, reafirmando la postura del país de mantenerse neutral y evitar un mayor compromiso en el conflicto. En este sentido, Irán ha ofrecido sus servicios como mediador, promoviendo una resolución diplomática que permita poner fin al sufrimiento y la violencia en Ucrania.
Al mismo tiempo, Teherán ha subrayado de forma constante la importancia de “preservar la integridad territorial y la soberanía nacional de todos los países”, una postura que refleja la tradición de política exterior iraní. Esta declaración, expresada en su momento por el fallecido presidente Ebrahim Raisi, ejemplifica el enfoque de Irán en los conflictos internacionales, que apela siempre al principio de no intervención y al respeto por las decisiones soberanas de los países. Este enfoque le ha permitido a Irán mantener relaciones estratégicas con Rusia, especialmente en el ámbito de la cooperación energética y militar, sin comprometer su neutralidad en el conflicto ucraniano.
La voluntad de mediación y un llamado a la diplomacia
Mientras tanto, desde el gobierno iraní se ha hecho un llamado constante a la diplomacia para resolver la crisis en Ucrania. En varias ocasiones, el entonces ministro de Asuntos Exteriores, Hosein Amir Abdolahian, destacó que Irán no había suministrado armas a ninguna de las partes en el conflicto, en contraposición con las potencias occidentales que, según él, han provisto miles de millones de dólares en ayuda militar a Ucrania. Este énfasis en la no intervención militar y en la resolución diplomática ha sido una constante en la política iraní, que busca posicionarse como un actor neutral, dispuesto a mediar en el conflicto.
Esta postura también refleja el deseo de Irán de mantener una influencia diplomática en una región de gran importancia estratégica, mientras asegura que sus relaciones con Rusia se mantienen intactas. La estrategia iraní en este contexto es clara: promover la paz y la estabilidad a través de medios diplomáticos, al mismo tiempo que refuerza sus lazos con Moscú en otros frentes, como la cooperación en el ámbito energético y en cuestiones de seguridad regional.
La disposición de la UE para el diálogo
Por su parte, Kaja Kallas, como portavoz de la Unión Europea, expresó la disposición de Bruselas para mantener abiertos los canales de comunicación con Irán. En la conversación, la alta representante de la UE dio la bienvenida al intercambio de puntos de vista sobre las preocupaciones comunes, haciendo énfasis en la importancia de mantener un enfoque diplomático en las negociaciones. La alta funcionaria de la UE propuso que los viceministros de ambas partes trabajen juntos para preparar las condiciones necesarias para un nuevo ciclo de conversaciones. Esta propuesta fue bien recibida por Araqchi, quien destacó la importancia de establecer una base sólida y de confianza para reanudar las negociaciones de manera efectiva.
Kallas también expresó, en nombre de la Unión Europea, sus condolencias por la reciente explosión en el puerto de Shahid Rayai, que resultó en la pérdida de vidas humanas, y mostró su solidaridad con las víctimas y sus familias. Este gesto humanitario, si bien es un acto protocolario, refleja la voluntad de la UE de mantener un enfoque respetuoso y comprensivo hacia las tragedias que afectan a Irán, en un momento tan delicado para la región.
Una nueva era para la diplomacia europea
El contexto internacional actual presenta un escenario complejo en el que las relaciones entre Europa y Estados Unidos se están reconfigurando, lo que podría tener implicaciones importantes para el futuro de la diplomacia europea y su relación con Irán. En los últimos años, Europa ha comenzado a cuestionar la fiabilidad de su aliado tradicional, Estados Unidos, especialmente en cuestiones de seguridad. A medida que el vínculo transatlántico se resquebraja, algunos analistas europeos advierten que Europa deberá buscar una mayor autonomía estratégica, no solo en términos de defensa, sino también en sus relaciones con potencias como Irán.
El ex secretario general de la OTAN, Anders Fogh Rasmussen, advirtió recientemente que “el vínculo transatlántico se está desmoronando”. En este contexto, varios países europeos han comenzado a replantear sus políticas exteriores. Mientras Francia, Alemania y España buscan articular una respuesta común ante el desafío de la seguridad europea, otros países, como Italia y Hungría, están cada vez más alineados con las políticas impulsadas por el expresidente estadounidense Donald Trump. Esta fractura dentro de la Unión Europea podría tener un impacto significativo en las negociaciones con Irán, ya que algunos Estados miembros podrían estar más inclinados a apoyar políticas más duras, mientras que otros podrían buscar una aproximación más diplomática.
El debate sobre la seguridad europea
El debate sobre la seguridad de Europa ya no es solo una cuestión política, sino que está directamente vinculado a la defensa y la autonomía estratégica del continente. Recientemente, Friedrich Merz, el futuro canciller alemán, expresó en una entrevista que “Alemania debe replantear por completo sus acuerdos de defensa y poner fin a décadas de dependencia de Washington”. Este tipo de declaraciones refleja un cambio significativo en la política alemana, que históricamente había sido uno de los mayores aliados de Estados Unidos en Europa.
A medida que la Unión Europea se enfrenta a una reconfiguración geopolítica, se hace evidente que las relaciones con Irán podrían jugar un papel clave en la redefinición de la política exterior europea. Si bien las tensiones internas continúan, el diálogo con Irán podría ofrecer una vía para que Europa busque una mayor autonomía en la escena internacional, al tiempo que aborda sus preocupaciones de seguridad y estabilidad regional.