“No aceptamos que la comunidad internacional se mantenga silenciosa”, recalcó el viernes el diplomático palestino en un encuentro con la prensa. A su lado, su homólogo tunecino, Mohamad Jaled Jiari, señaló que se había enviado una nueva carta al Consejo de Seguridad las Naciones Unidas (CSNU), al secretario general y a la Asamblea General de las Naciones Unidas (AGNU) con el objetivo de solicitar dicha investigación.
Mansur precisó también que se habían iniciado consultas para recurrir en Ginebra a la Comisión de Derechos Humanos de las Naciones Unidas (CDHNU), y estimó que el anuncio israelí de una investigación sobre la violencia no pretendía sino librarse de un recurso ante la Corte Penal Internacional (CPI).
El diplomático señaló que hará todo cuanto esté en su poder para impedir que el régimen de Israel, candidato este año a un puesto en el CSNU, acceda a esa instancia, mientras no respete las resoluciones de la ONU. “Israel no está cualificado para ser miembro del club”, indicó.
No aceptamos que la comunidad internacional se mantenga silenciosa”, recalcó el embajador palestino ante la Organización de las Naciones Unidas (ONU), Riad Mansur, para después pedir a la ONU a abrir una ‘investigación transparente e independiente’ sobre la violencia israelí en la frontera con la Franja de Gaza.
Este mismo viernes, soldados israelíes mataron a balazos a otros cuatro palestinos, además de dejar a decenas más heridos, entre ellos médicos y reporteros que participaban en protestas no violentas de la cuarta Gran Marcha del Retorno en los límites de la Franja de Gaza.
Los crímenes israelíes y el uso de munición real para dispersar a los palestinos han suscitado críticas y condenas en todo el mundo, incluyendo de la ONU y la Unión Europea (UE), que han tachado la actuación israelí de uso no justificado de medios letales y pedido investigaciones independientes.
Con las víctimas mortales de esta jornada, asciende a 38 el número de palestinos muertos por los disparos de las fuerzas israelíes desde el inicio de las marchas el pasado 30 de marzo. Desde entonces también han resultado heridas unas 2000 personas, de las que más de un centenar sigue en estado crítico.
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