“Documentamos más de 35 ataques de colonos” desde el 26 de enero, “una cifra muy alta en pocos días”, ha señalado este miércoles la oenegé israelí B’Tselem, en referencia al inicio de la última escalada de tensiones en la Cisjordania ocupada.
De hecho, el 26 de enero, las fuerzas israelíes lanzaron una incursión mortífera contra el campamento de refugiados de Yenín en Cisjordania, dejando 11 muertos.
De acuerdo con la información facilitada por una portavoz de B’Tselem a la agencia española de noticias EFE, las agresiones de los colonos contra los palestinos incluyen “ataques físicos, casos de disparos con fuego real, arrojo de piedras a automóviles en carreteras o contra coches aparcados”, así como destrozos en casas y “daños a la propiedad”.
Por su parte, la Comisión de Resistencia al Muro y Asentamientos palestina ha informado de 700 ataques en enero por parte de las autoridades de ocupación israelíes y los colonos.
El organismo ha detallado que los sionistas han demolido 94 viviendas y establecimientos comerciales palestinos.
En la última semana, los palestinos respondieron a la violencia en su contra, llevando a cabo operaciones de represalia en Al-Quds (Jerusalén), que dejaron varios israelíes muertos y heridos.
De hecho, las operaciones de represalia efectuadas por los palestinos en la ocupada Cisjordania han puesto en alerta a los sionistas. El primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, junto a los demás miembros del gabinete, impusieron unas nuevas leyes contra los palestinos en los territorios ocupados.
Entre las nuevas decisiones, se encuentran el aumento de asentamientos, armar a los colonos, así como destruir las viviendas de los jóvenes que han llevado a cabo las operaciones contra los ocupantes.
La Resistencia palestina asegura que todas estas medidas apuntan a la debilidad e incapacidad del gabinete israelí para hacer frente al levantamiento del pueblo palestino.
tqi/rba