Las delegaciones palestinas, encabezadas por el secretario general del movimiento de la Yihad Islámica Palestina, Ziad al-Najala, y el jefe adjunto del Buró Político del Movimiento de Resistencia Islámica de Palestina (HAMAS), Musa Abu Marzuq, se han reunido este jueves después de una semana de enfrentamientos entre las facciones palestinas en el campo de Ein el-Hilweh, en el sur de El Líbano, que dejaron 15 palestinos muertos y más de 150 heridos.
“Los enfrentamientos en curso van en contra de la voluntad de la nación palestina y sólo sirven al enemigo sionista y sus proyectos sospechosos para atacar los campos palestinos con el objetivo de relegar al olvido la cuestión de los refugiados y desplazar a más palestinos”, han denunciado estos titulares de la Resistencia palestinos.
Los movimientos de Resistencia, con base en Gaza, también advirtieron que la continuación de los enfrentamientos pondría en peligro la seguridad de El Líbano y dañaría la causa palestina y los intereses nacionales.
También han urgido las facciones palestinas a detener sus combates mortales, subrayando que los agentes de la violencia deberían ser arrestados y entregados a las autoridades libanesas.
Además, han demandado a los combatientes de la Resistencia que desenmascaren a los perpetradores de los enfrentamientos y unan a los palestinos frente al enemigo sionista.
Ein el-Hilweh, el mayor campo de refugiados palestinos de El Líbano, situado en la ciudad costera de Sidón, es el hogar de 54 000 a 70 000, pero tras el inicio de la crisis interna siria en 2011, esta cifra ha aumentado a 120 000, según los datos de las Naciones Unidas.
El campo de refugiados palestinos ha sido sacudido por varias rondas de enfrentamientos entre facciones palestinas desde finales de julio.
La primera ronda de los enfrentamientos dejó más de una docena de muertos. El detonante de los combates fue el asesinato de Abu Ashraf Armoushi, uno de los comandantes del movimiento palestino Al-Fatah, que estaba a cargo de la seguridad dentro de Ein el-Hilweh.
Los combates se reanudaron el 7 de septiembre después de un alto el fuego de un mes.
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