Siguen llegando críticas y ataques verbales contra el derechista primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, por la incapacidad de su gabinete extremista para impedir la operación militar sin precedentes de Irán, llevada a cabo el domingo de madrugada, contra objetivos militares israelíes en la Palestina ocupada.
El lunes, el líder opositor israelí Lapid, del partido Yesh Atid, en su cuenta de la red social X, culpó a Netanyahu de la “pérdida total de la disuasión israelí” contra Irán. “Este primer ministro se ha convertido en una amenaza existencial para Israel”, advirtió.
En una declaración separada en la misma plataforma digital, Lapid pidió a los ministros del gabinete de extrema derecha israelí que “dejen de hablar y amenazar a Irán en los medios”.
Estas afirmaciones se producen después de que Irán llevara a cabo por primera vez un ataque directo a Israel. La ofensiva, una operación combinada con más de 300 drones y misiles de alta precisión, destruyó las infraestructuras de la base aérea Nevatim, ubicada en el sur de los territorios ocupados palestinos, desde donde el régimen sionista lanzó una mortífera embestida al consulado iraní en Damasco (Siria) el 1 de abril.
Cientos de drones kamikazes y misiles balísticos se dirigieron de manera simultánea hacia algunos objetivos en los territorios ocupados palestinos, entre ellos el desierto de Néguev, donde se encuentra el central nuclear de Dimona con su gran arsenal de armas atómicas, y el estratégico aeródromo Nevatim. El ejército israelí admitió que los sistemas antimisiles fallaron en derribar algunos misiles.
Irán ha calificado de exitosa la operación, argumentando que su objetivo era advertir a Israel de las consecuencias de cruzar las líneas rojas, por lo que ha prometido dar una respuesta 10 veces mayor a cualquier nueva agresión israelí a sus intereses.
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