El Movimiento de Resistencia Islámica Palestina (HAMAS) condenó el martes en los términos más enérgicos el plan israelí para financiar la toma por asalto por parte de los colonos judíos del complejo de la Mezquita de Al-Aqsa, en Al-Quds (Jerusalén).
En esta línea, el extremista ministro de patrimonio de Israel, Amichay Eliyahu, ordenó asignar dos millones de séqueles (cerca de 543 000 dólares) para el plan, el cual sería implementado en unas cuantas semanas, informó el lunes el radio israelí Kan.
Mediante un comunicado, HAMAS tachó el plan de una peligrosa escalada y un juego con fuego y avisó que la acción llevaría a la región a una guerra religiosa amplia.
Alertó que la responsabilidad y consecuencias de esta eventual guerra recaen sobre el enemigo sionista, los ministros extremistas del gabinete israelí y todas las partes que apoyan y se asocian con Israel en la guerra en Gaza, en primer lugar y ante todo la Administración estadounidense.
HAMAS dijo que el plan forma parte de los maliciosos intentos del régimen sionista de “judaizar a la Mezquita de Al-Aqsa”. Sin embargo, el grupo destacó que “los intentos frenéticos del enemigo sionista, que buscan cambiar el statu quo de la sagrada Mezquita Al-Aqsa, no lograrán borrar o ignorar los hechos de la realidad y la historia, que es un don islámico”.
La Mezquita de Al-Aqsa, era y seguirá siendo puramente islámico, agregó el movimiento palestino, subrayando que la Resistencia no aceptará ninguna soberanía o legitimidad sobre él, sin importar los costos y sacrificios.
HAMAS hizo un llamado a la Organización de Cooperación Islámica (OCI), a asumir sus responsabilidades de proteger el estatu quo y tomar medidas serias, efectivas y sostenibles contra las agresiones y crecientes crímenes contra la mezquita de Al-Aqsa.
Las agresiones y asaltos de los colonos israelíes a la Mezquita de Al-Aqsa han aumentado significativamente desde el inicio de la guerra israelí en Gaza en octubre pasado. El lunes, el ministro ultraderechista israelí Itamar Ben-Gvir propuso construir una sinagoga en Al-Aqsa, lo que desató condenas de muchos países islámicos.
Irán reaccionó a la polémica propuesta de Ben-Gvir, advirtiendo a la entidad sionista sobre cualquier intento de cruzar líneas rojas. “La República Islámica de Irán advierte sobre cualquier invasión al santuario sagrado de la Mezquita de Al-Aqsa y la nueva aventura de los sionistas de cruzar las líneas rojas de la comunidad islámica”, dijo el martes el portavoz de la Cancillería de Irán, Naser Kanani.
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