En una reunión del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas (CSNU), Volker Türk afirmó que los ataques israelíes durante los casi quince meses de conflicto han dejado 100 000 heridos, de los cuales “muchos han fallecido mientras esperaban tratamiento debido a la falta de acceso a cuidados médicos”.
Türk también destacó los crecientes obstáculos impuestos por Israel a las agencias de la ONU y a otras organizaciones humanitarias que buscan proporcionar ayuda en Gaza.
Recordó que el derecho internacional obliga a distinguir entre objetivos civiles y militares, y señaló que “el uso de artillería pesada contra hospitales es difícil de justificar bajo ese principio”.
Asimismo, subrayó que los ataques intencionados contra hospitales, donde se atiende a los heridos, “constituyen un crimen de guerra”, y que la destrucción deliberada de infraestructuras médicas equivale a un castigo colectivo, lo que también es considerado un crimen de guerra.
Desde el inicio de la guerra el 7 de octubre de 2023, Israel ha rechazado permitir investigaciones independientes sobre sus acciones en Gaza y ha bloqueado el acceso de periodistas a la zona de conflicto desde hace 15 meses.