Bassam Al-Salhi, miembro del Comité Ejecutivo de la Organización para la Liberación de Palestina (OLP), ha expresado este miércoles en una entrevista con la agencia de noticias rusa Sputnik que el régimen sionista lleva mucho tiempo poniendo sus ojos en Cisjordania, ya sea mediante incursiones, destrucción, anexión o judaización.
El funcionario palestino ha recalcado que la operación militar lanzada por Israel en Cisjordania se produjo después del cese de la guerra en la Franja de Gaza, en cumplimiento de las amenazas emitidas por los ministros del gabinete del premier israelí, Benjamín Netanyahu, durante el período de genocidio en la Franja, ya que han tomado la decisión de abortar toda posibilidad de establecer un Estado palestino independiente y tienen la intención de continuar con la política de ocupación y anexión.
Respecto al momento de la operación militar israelí en Yenín, ha confirmado que refleja dos cosas, la primera es compensar la situación surgida tras la firma del acuerdo de alto el fuego e intercambio de prisioneros, que la había estado estancada durante meses, y quiere decir que no perdió lo que quería en Gaza, y ahora lo está retomando más en Cisjordania.
Israel lanzó esta operación como compensación por sus pérdidas y por verse obligado a firmar el acuerdo en la Franja de Gaza, ha agregado.
Conforma a Al-Salhi, el segundo asunto es el regreso de Israel a su proyecto principal de colonización de la Cisjordania ocupada.
Al-Salhi ha agregado que, a pesar de que Netanyahu puso a la Franja de Gaza como un objetivo de guerra, lanzó la operación militar en Yenín para apaciguar a los ministros de extrema derecha en un intento de evitar el colapso de su gabinete.
El funcionario palestino ha expresado su sorpresa ante la administración estadounidense y ha destacado que se jactaba de haber presionado a Netanyahu para que firmara el acuerdo en la Franja de Gaza, mientras no decía una sola palabra sobre la nueva agresión generalizada lanzada por Israel en Cisjordania.
Apenas iniciado el alto el fuego entre el Movimiento de Resistencia Islámica de Palestina (HAMAS) e Israel, la entidad sionista ha intensificado sus redadas contra los campos de refugiados palestinos en Cisjordania, en una operación bajo el pretexto de garantizar la seguridad de los colonos sionistas.
Desde entonces, la ciudad de Yenín se ha convertido en el epicentro de estas redadas, que han dejado hasta el momento a numerosos palestinos como víctimas de esta escalada de violencia.
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