Según la agencia palestina de noticias Alreslah, los soldados israelíes le propinaron ocho disparos al joven palestino, que le impactaron la cabeza y otras partes del cuerpo. Los hechos acaecieron en un puesto de control militar en Al-Jalil, lugar en el que lo dejaron abandonado. El muchacho sangró hasta la muerte.
Con este caso, ya son 66 los palestinos que han fallecido por los disparos de la policía israelí desde el inicio de la ola de violencia el 1 de octubre de 2015 en la ocupada Cisjordania, la ciudad de Al-Quds (Jerusalén) y la Franja de Gaza.
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