El portavoz de la Cancillería iraní, Bahram Qasemi, descalifica este sábado con estas palabras el reciente y último informe del relator especial de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) sobre la situación de los Derechos Humanos (DDHH) en Irán, Ahmad Shahid, quien criticó entre otros el supuesto aumento de las ejecuciones en el país persa.
El diplomático iraní advierte de que la emisión de informes “politizados y selectivos” contra un país específico, no solo no mejora la situación de los derechos humanos a nivel mundial, sino que la debilita, en particular cuando “la comunidad internacional mira para otro lado ante los numerosos casos de las violaciones de los derechos humanos de ciertos países y de grupos terroristas que operan bajo su mando en Yemen y Siria”, entre otros Estados.
Para Qasemi es “totalmente injustificable, sin sentido y destructivo” el nombramiento de un relator especial de la ONU sobre la situación de los Derechos Humanos en Irán, país que “siempre ha cumplido los derechos humanos por mor de sus preceptos religiosos, legales y sus obligaciones internacionales”.
El diplomático iraní ha reiterado la total disposición de la República Islámica de Irán para colaborar con la ONU y las entidades competentes en la cuestión de derechos humanos, pero siempre y cuando el organismo internacional elabore sus informes según bases “profesionales, justas, no discriminatorias y no politizadas”.
Se trata del último informe presentado por el maldivo Ahmad Shahid como relator especial de la ONU en Irán: será sustituido en noviembre por la activista paquistaní de Derechos Humanos Asma Yahanguir.
En reiteradas ocasiones, las autoridades persas han rechazado los informes “parciales, injustos e irreales” de Shahid sobre la situación de los DDHH del país.
La República Islámica cree que dichos documentos están redactados para satisfacer los intereses de ciertos países y grupos antiraníes y, por esta razón “no confía” en esos reportes.
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