El viceministro iraní de Exteriores para Asuntos Políticos, Seyed Abás Araqchi, concedió una entrevista a la televisión japonesa NHK, publicada el martes, donde anunció que Abe viajará a Irán el próximo 12 de junio y se reunirá con altos cargos persas, entre ellos, el Líder de la Revolución Islámica, el ayatolá Seyed Ali Jamenei.
Del mismo modo, el vicecanciller iraní enfatizó que, como aliado de Washington, Japón probablemente podrá hacer que los estadounidenses comprendan la situación actual.
Según NHK, Irán se muestra reacio a permitir que un tercer país desempeñe un papel de intermediario en las tensiones con Estados Unidos, pero los comentarios de Araqchi podrían ser una señal de que cuenta con Japón como un país con estrechos vínculos con Washington.
La fuente también indica que los arreglos finales para la visita de Abe a la República Islámica —que durará hasta el 14 de junio— están ya en marcha.
Tras la visita del expremier nipón Takeo Fukuda a Irán en 1978, Abe es el primer premier de Japón que visitará el país la victoria de la Revolución Islámica en 1979.
La visita se realizará en medio de las tensiones entre Irán y Estados Unidos, que aumentaron exponencialmente en el primer aniversario de la salida de Washington del acuerdo nuclear Teherán-G5+1 —de nombre oficial Plan Integral de Acción Conjunta (PIAC o JCPOA, por sus siglas en inglés)—, cuando Washington endureció sus sanciones a la venta del petróleo iraní y elevó su presencia militar en el Golfo Pérsico.
Tokio ha expresado claramente su apoyo al PIAC, suscrito en 2015 entre Irán y el Sexteto —que entonces integraban EE.UU., el Reino Unido, Francia, Rusia y China, más Alemania— y ha urgido a su aliado estadounidense a cumplirlo.
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