En un comunicado emitido el viernes, el Departamento de Justicia de Estados Unidos acusó al ciudadano iraní Mohamad Reza Nuri, de estar involucrado en la organización del asesinato del ciudadano estadounidense Stephen Troll en Bagdad en 2022. La nota dice que Nuri fue arrestado en Irak en marzo de 2023.
El viceministro iraní de Exteriores y director general para el Continente Americano de la Cancillería, Isa Kameli, ha refutado este domingo dichas acusaciones, argumentando que se basan “en un estereotipo político contra la República Islámica de Irán, sin ninguna evidencia lógica o razonamiento, y que violan los derechos humanos fundamentales”.
Ha subrayado la necesidad de estabilidad y paz en la región, Kameli ha hecho referencia a la historia de intervención de EE.UU. y sus acciones desestabilizadoras en la zona, así como a sus esfuerzos continuos por sembrar discordia y división entre los países de Asia Occidental.
No obstante, ha recalcado que los países de la región, entendiendo los intereses de sus pueblos, “evitarán cualquier nueva ronda de división y perturbación en sus relaciones mutuas, y la política de vecindad continuará para fortalecer los lazos de amistad”.
El diplomático persa, de igual modo, ha asegurado que, “conforme a sus responsabilidades inherentes para salvaguardar los derechos de los ciudadanos iraníes”, el Ministerio de Asuntos Exteriores “continuará con sus esfuerzos diligentes para defender y proteger los derechos” de Nuri en todo el mundo.
Kamali también ha comentado sobre la situación de otros dos ciudadanos iraníes que fueron arrestados recientemente en EE.UU. e Italia bajo acusaciones infundadas de suministrar piezas de drones a Irán, a petición de las autoridades judiciales y de seguridad estadounidenses.
En este sentido, ha lamentado que “el sistema judicial de EE.UU. se ha convertido en una herramienta para emitir sentencias infundadas y políticas con el fin de retener como rehenes a los ciudadanos iraníes bajo pretextos falsos, como eludir sanciones unilaterales, las cuales, bajo las leyes y normas internacionales, carecen de legitimidad legal y violan las normas reconocidas de derechos humanos”.
Recordando los compromisos de los gobiernos para respetar los derechos humanos y abstenerse de ejecutar órdenes judiciales injustas e ilegales por parte de EE.UU. contra los ciudadanos iraníes, Kameli ha pedido al Gobierno de Italia que “impida la violación de los derechos humanos de un ciudadano iraní injustamente acusado los EE.UU. y que tomara medidas inmediatas para asegurar su liberación y permitir su reunificación con su familia”.
El lunes, 16 de diciembre, Mohammad Abedini Nayafabadi, de 38 años, graduado en ingeniería mecánica por la prestigiosa Universidad Tecnológica Sharif, fue detenido por la policía italiana en el aeropuerto de Milán mientras se preparaba para viajar a Suiza. La detención, realizada a petición de Estados Unidos, y el Buró Federal de Investigaciones (FBI) de EE.UU. busca extraditarlo al territorio estadounidense para enfrentar los cargos en su contra.
Mientras tanto, Mahdi Mohamad Sadeqi, de 42 años, un iraní residente en Estados Unidos, fue arrestado por el FBI en su casa en Natick, Massachusetts, aproximadamente a la misma hora.
Las autoridades federales de EE.UU. acusan, sin prueba alguna, a ambos detenidos de equipar drones supuestamente utilizados en un ataque contra las fuerzas estadounidenses en Jordania ocurrido en enero de este año, acusación que Irán ha rechazado rotundamente por carecer de fundamento.
El ataque, llevado a cabo por grupos de Resistencia iraquíes el pasado 28 de enero contra un puesto militar estadounidense en Jordania conocido como Torre 22, mató a tres soldados estadounidenses e hirió a otros 47. El FBI afirma que el equipo utilizado en el ataque con drones fue suministrado por estos dos individuos.
Irán convocó al embajador suizo en Teherán, representante de los intereses estadounidenses, y a un diplomático italiano de alto rango, debido al arresto de dos ciudadanos iraníes.
El Ministerio de Asuntos Exteriores iraní declaró que considera estas detenciones como una “violación del derecho internacional” y solicitó a los diplomáticos que transmitieran su protesta.
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