Respondiendo al llamamiento de los sindicatos, miles de pensionistas han bajado a las calles de las ciudades francesas, como París (capital), para mostrar su cólera contra la política fiscal del Gobierno que va a golpearles duramente.
Se trata de la subida de impuestos y recortes en las prestaciones sociales. El Gobierno va a amputar de 5000 millones de euros el presupuesto de la seguridad social. Los pensionistas van a seguir perdiendo poder adquisitivo. Un matrimonio de jubilados podrá perder hasta 1200 euros anuales.
Los hombres y mujeres que han cotizado durante décadas y contribuido con su trabajo y esfuerzo al desarrollo francés, no entienden que el Gobierno suprima el impuesto sobre la fortuna a los más ricos, que hará perder al Estado 4000 millones de euros, y se castigue a unos pensionistas que en muchos casos sufren la precariedad.
El Gobierno justifica sus medidas, que suponen un recorte de 16.000 millones de euros en el presupuesto del Estado para 2018, por la necesidad de conformarse a las reglas de déficit establecidas por Bruselas. Recortes que afectan a casi 9 millones de pensionistas.
Juan José Dorado, París.
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