• Ius soli genera división en política y opinión pública en Italia
Publicada: viernes, 3 de noviembre de 2017 22:13
Actualizada: viernes, 3 de noviembre de 2017 22:50

La llamada ‘ius soli’, el proyecto de ley que prevé dar la nacionalidad a los hijos de inmigrantes nacidos en Italia, ha generado división.

Nacer en Italia no siempre significa ser italiano. Para serlo, es necesario que uno de los padres lo sea o que tenga la residencia más de 5 años en este país. Por ello, el Partido Democrático (PD), actualmente en el Gobierno, propuso una ley para corregirlo y que los hijos de inmigrantes que han nacido o se han criado en Italia, obtengan la nacionalidad sin necesidad de esperar a la mayoría de edad.

Pero al momento de iniciar la tramitación de aprobación en el Senado, a finales de junio, todo saltó por los aires, evidenciando la división que la llamada ius soli ha generado en la política y la opinión pública. Los senadores de la ultraderechista Liga Norte han llamado a frenar su aprobación con el lema “Stop Invasión”.

Tras la tensión generada en el Parlamento, el Gobierno decidió aparcar el tema de la ius soli hasta pasadas las elecciones de marzo, pero ha sido el propio primer ministro, Paolo Gentiloni, el que se ha mostrado dispuesto a actuar con urgencia sometiendo el proyecto de ley a una cuestión de confianza. Pero no todos en el propio partido están de su lado.

Si se celebra y fracasa, el Gobierno puede ver como una de sus principales apuestas políticas se derrumba a pocos meses de acudir a las urnas.

La ius soli ha motivado incluso que varios diputados y 900 profesores iniciaran huelgas de hambre para apoyar esta ley, que según la Oficina Estadística Italiana, podría dar la nacionalidad italiana a unos 800.000 jóvenes de manera casi inmediata, y beneficiar a 60.000 cada año.

Rubén Martínez, Roma.

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