Con fecha anterior, la agencia Bloomberg informó de que los sectores de la Inteligencia estadounidense y el Comando Estratégico de las Fuerzas Armadas trabajan en la evaluación de la capacidad de las autoridades de Rusia y China para sobrevivir a un ataque nuclear y continuar funcionando.
A este respecto, el presidente de la Academia rusa de Problemas Geopolíticos, Leonid Ivashov, ha recordado este martes la creación, a principios de los años 1980, de un sistema perímetro por la antigua Unión Soviética (URSS), conocido como la “Mano Muerta”, en Estados Unidos y Europa.
Este sistema duplicó las funciones del mando que activaba automáticamente el lanzamiento de los misiles nucleares rusos en caso de que el liderazgo del país fuese destruido en un ataque nuclear”, afirmó el presidente de la Academia rusa de Problemas Geopolíticos, Leonid Ivashov.
“Este sistema duplicó las funciones del mando que activaba automáticamente el lanzamiento de los misiles nucleares rusos en caso de que el liderazgo del país fuese destruido en un ataque nuclear”, ha afirmado Ivashov en declaraciones al rotativo digital ruso Vzglyad.
El experto también ha señalado que en 1981, poco después de que Ronald Reagan jurase como presidente de EE.UU., este recibió un informe por parte de su Agencia Central de Inteligencia (CIA, por sus siglas en inglés) sobre la resistencia de los líderes y el pueblo soviético a desastrosos cambios climáticos y ataques atómicos.
“En ese momento (…) Reagan aprobó un plan de 10 años para destruir la Unión Soviética. La Inteligencia soviética era consciente de los planes y comenzó a construir búnkeres para el pueblo y los dirigentes”, ha sostenido.
El informe de Bloomberg sale a la luz en momentos en los que se registra una escalada de tensiones nucleares con China y Rusia, teniendo en cuenta los polémicos anuncios del nuevo presidente de EE.UU., el republicano Donald Trump, que defiende que su país debe “reforzar y expandir enormemente su capacidad nuclear hasta que el mundo entre en razón respecto a las armas nucleares”.
De acuerdo con Theodore Postol, el exprincipal asesor científico del Jefe de operaciones navales de la Marina de EE.UU., la investigación sobre la resistencia rusa y china en caso de un ataque nuclear, aumenta los riesgos de una enorme guerra.
“Esta acción lo que hace es confirmar los peores temores de las élites políticas de Rusia y China. Esto los motiva a prepararse para poder garantizar la puesta en marcha de una respuesta nuclear si EE.UU. realiza un ataque”, ha advertido Postol.
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