El líder ruso ha hecho estas declaraciones durante una conferencia de prensa en la ciudad alemana de Hamburgo en el marco de la 12ª cumbre del Grupo de los Veinte (G20), en la que se ha mostrado optimista sobre una salida política a la crisis siria que ya dura años.
Sin embargo, ha lanzado esa advertencia en respuesta al secretario de Estado estadounidense, Rex Wayne Tillerson, quien había dicho que el presidente sirio, Bashar al-Asad, no tiene "papel" en el país árabe. "Cuesta trabajo, pero es un trabajo extremadamente importante para garantizar la integridad territorial de Siria", ha dicho Putin.
En este contexto, el mandatario ruso aunque ha manifestado el respecto que le tiene a Tillerson, le ha recordado que éste no es un ciudadano sirio como para decidir el destino del presidente sirio.
"Señor. Tillerson es una persona muy respetada. Lo amamos y lo respetamos. Pero no es un ciudadano sirio, después de todo, y el futuro de Siria y el futuro político del presidente Al-Asad sólo deben ser determinados por el pueblo sirio", ha enfatizado Putin.
Cuesta trabajo, pero es un trabajo extremadamente importante para garantizar la integridad territorial de Siria", ha dicho el presidente de Rusia, Vladimir Putin, en referencia al papel que juega el presidente sirio, Bashar al-Asad, en su país.
Estas palabras de Putin, van en línea con la postura inicial, que desde el comienzo de la crisis siria, Rusia ha mantenido respecto al futuro de Al-Asad, insistiendo en que solo el pueblo sirio decidirá sobre el porvenir de su presidente.
Ahora bien, esta postura rusa se hace más visible, tras la reunión mantenida entre Putin y el presidente de EE.UU. Donald Trump, al margen de la mencionada cumbre G20, en la que ambos acordaron una tregua en el suroreste de Siria.
Por ello, a nadie le extraña que ahora EE.UU., insinúe que en un futuro inmediato tenga reservado algún plan para la permanencia del mandatario sirio en el poder, y más cuando un informe recién publicado por un diario estadounidense, revela que Washington ha dejado el destino de Al-Asad en las manos de Moscú.
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