“La razón debe imponerse, y no solo sobre las emociones y los sentimientos, debe llegar la comprensión de que estamos deslizándonos hacia un foso del que no podremos salir”, ha señalado la alta funcionaria rusa durante una entrevista televisiva.
En este sentido, ha puesto en duda que la actitud de las autoridades de Estados Unidos hacia Rusia cambie en un futuro próximo, al agregar que las sanciones antirrusas de EE.UU. se asemejan a un “marasmo”, es decir un camino que no lleva a ninguna parte.
Además, Zajarova ha descartado que la disminución del número de integrantes de la misión diplomática estadounidense en Moscú (capital rusa) fuera una exigencia, sino una “propuesta nuestra”, añadiendo que “fue EE.UU. quien decidió reducir su personal”.
La razón debe imponerse, y no solo sobre las emociones y los sentimientos, debe llegar la comprensión de que estamos deslizándonos hacia un foso del que no podremos salir”, subraya la portavoz de la Cancillería rusa, María Zajarova.
A continuación, ha calificado la política de Washington de “impredecible”: “La única cosa predecible es que son absolutamente impredecibles y las cosas en las cuales gastan millones o miles de millones de dólares, de repente puede hacerse completamente irrelevantes cuando llega (al poder) un nuevo grupo político”, ha aseverado.
En este contexto, la portavoz del Ministerio de Asuntos Exteriores de Rusia ha afirmado que a diferencia de Estados Unidos, Moscú es predecible tanto en su postura como su actitud y no se dan “vueltas de 180 grados”, cuando llega al poder un nuevo círculo político.
El agravamiento de las tensiones entre Moscú y Washington comenzó en diciembre de 2016 cuando el expresidente estadounidense Barack Obama expulsó a 35 diplomáticos rusos con el argumento de que estaban vinculados a casos de espionaje y confiscó dos propiedades rusas en el territorio estadounidense.
A finales del pasado julio, el Kremlin solicitó a Washington despedir a 755 personas de la plantilla de sus legaciones diplomáticas y consulares en Rusia para el próximo 1 de septiembre.
Mientras tanto, se mantienen las sanciones impuestas por la anterior Administración estadounidense (Obama) por la reincorporación de Crimea a Rusia —ocurrida en 2014 en virtud de un referéndum que culminó con un aplastante 'sí'— y por la supuesta implicación rusa en la crisis en la vecina Ucrania, hecho que Moscú ha negado en repetidas ocasiones.
Otro paquete de sanciones se aprobó recientemente por el presidente de Estados Unidos, Donald Trump.
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