Según comunica el Ministerio de Defensa de Rusia, unos 150 000 militares de la infantería, la Fuerza Aérea y la Armada han empezado este viernes unas maniobras e inspecciones sorpresa en el suroeste del país por orden directa de Vladimir Putin.
De acuerdo con la Cartera rusa, estas fuerzas, incluyendo los marines de las flotas del Norte y del Pacífico, participan en 56 ejercicios tácticos en 35 bases terrestres y 17 bases marinas de Rusia, en particular en las zonas de los mares Negro y Caspio.
“En total, serán sometidos a una inspección sorpresa, 149 755 hombres, 26 820 piezas de armamento y equipo militar, 414 aeronaves, 106 barcos y buques auxiliares”, detalla la Defensa rusa en un comunicado.
El informe, además, explica que estos ejercicios tienen como objetivo evaluar la capacidad militar de las Fuerzas Armadas rusas para blindar la seguridad en el sur y el oeste del país, “donde existe un riesgo grave de terrorismo” y preparar las maniobras militares “Cáucaso 2020”, previstas para el próximo mes de septiembre.
Rusia sigue entrenando a sus militares en respuesta al creciente despliegue de fuerzas de la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN) y Estados Unidos cerca de sus fronteras occidentales.
En los últimos años, los países miembros de la Alianza Atlántica, encabezada por Estados Unidos, pretextan la “amenaza rusa” para desplegar contingentes y enviar vehículos de combate a los países bálticos fronterizos con Rusia.
Moscú, no obstante, ha denunciado sistemáticamente que el despliegue masivo de las Fuerzas Armadas de EE.UU. y sus aliados occidentales, así como las actividades cerca de sus fronteras, entre ellas las marítimas, suponen una inadmisible amenaza directa a su seguridad nacional.
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