“Los misiles de alta precisión del complejo costero Bastión han destruido un centro de reunión y adiestramiento de mercenarios extranjeros cerca de la aldea de Krasnosilka, al noreste de Odesa”, ha anunciado este viernes el portavoz del Ministerio de Defensa de Rusia, Ígor Konashenkov.
Ha agregado que los misiles destruyeron armas y equipo militar de reserva de las tropas ucranianas que llegaron a la República Popular de Donetsk, en el este de Ucrania, tal y como recoge la agencia estatal rusa de noticias TASS.
Conforme al funcionario ruso, la Aviación y las topas de misiles de Rusia destruyeron 81 instalaciones de la infraestructura militar ucraniana durante las últimas 24 horas de la operación especial que Moscú lanza en Ucrania.
“Los aviones tácticos operativos de las Fuerzas Aeroespaciales de Rusia y las tropas de misiles atacaron 81 instalaciones militares ucranianas, incluidos dos puestos de mando, un sistema de misiles tierra-aire de Osa, tres lanzacohetes múltiples y también nueve bastiones y 59 áreas de acumulación de equipo de combate ucraniano”, ha detallado.
En total, añade, desde el 24 de febrero, los militares rusos destruyeron 97 helicópteros, 421 drones, 2019 tanques y otros vehículos blindados, 223 lanzacohetes múltiples, 228 sistemas de misiles y 874 unidades de artillería de campaña y morteros.
El pasado 24 de febrero, el presidente de Rusia, Vladímir Putin, anunció el comienzo de una operación en Ucrania, subrayando que a las autoridades rusas no les ha quedado otra opción para proteger a su pueblo ante la amenaza constante que emana del territorio ucraniano y sus aliados occidentales.
Es más, el Gobierno ruso ha reiterado en varias ocasiones que no hay amenaza alguna para la población civil y que sus ataques solo se dirigen a las infraestructuras militares ucranianas.
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