Las tropas rusas, han suspendido temporalmente los ataques a objetivos de la infraestructura energética ucraniana, pero enfrentan múltiples acusaciones sin pruebas de ataques en Ucrania y en terceros países.
Kiev por su parte acusa a Rusia de no acatar la orden del presidente de Rusia, Vladímir Putin, algo que Moscú niega, y que rebate con una acusación de ataques ucranianos a una estación de bombeo y medición de gas rusa en la región de Kursk.
En horas recientes también se ha acusado a Moscú de un ataque incendiario contra Vilna, capital de Lituania, lo que fue desmentido por María Zajárova, Portavoz del ministerio de Exteriores de Rusia.
Mientras se llevan a cabo conversaciones y acuerdos relacionados con un posible alto el fuego en las operaciones militares entre Rusia y Ucrania, continúan las acusaciones de ataques rusos a Ucrania y a naciones miembros de la OTAN, como la más reciente en la capital de Lituania, con la intención de implicar al bloque militar en el conflicto ruso-ucraniano.
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