En un periodo de 22 días —del 1 al 22 de enero de 2017— unos 134 combatientes y cabecillas de los grupos extremistas fueron eliminados en diferentes puntos de Siria por los bombardeos de la llamada coalición internacional, dirigida por EE.UU., y los ataques aéreos de la aviación rusa y siria, y de otros aviones de combate cuya filiación desconocemos, ha informado este lunes el opositor Observatorio Sirio para los Derechos Humanos (OSDH).
Un avión desconocido mató a unos cinco cabecillas del grupo terrorista Yund al-Aqsa, vinculado con la red Al-Qaeda, en el este de la provincia de Idlib, ha precisado la ONG. En otro ataque similar, un dron desconocido acabó con la vida de cinco terroristas de la agrupación extremista Frente Al-Nusra (autodenominado Frente Fath Al-Sham) en la localidad de Al-Nayreb, en el norte de Idlib.
Además, 76 integrantes del Frente Al-Nusra murieron al ser alcanzados por los bombardeos aéreos rusos, sirios y de la coalición anti-EIIL en el campo militar de Sheij Salman, al oeste de Alepo. Entre los abatidos, se encuentran algunos de nacionalidad extranjera, ha agregado el OSDH.
Asimismo, otros 16 integrantes del Frente Fath Al-Sham murieron en los bombardeos de la aviación siria en la región de Saraqib, ubicada en el este de la provincia de Idlib. También, los aviones de combates de la coalición internacional dieron muerte a otros 32 combatientes de Al-Nusra en el norte de Idlib.
Desde 2011 Siria está inmersa en un conflicto bélico debido a la presencia de grupos terroristas apoyados desde el exterior cuyo objetivo es derrocar al Gobierno de Damasco. La brutalidad y ensañamiento en suelo sirio han dejado unos 400 000 muertos y provocado el mayor éxodo de refugiados desde el final de la Segunda Guerra Mundial.
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