El portavoz de las Fuerzas Democráticas Sirias (FDS), Farhad al-Shami, declaró que las fuerzas del grupo lograron expulsar a los combatientes respaldados por Turquía de las áreas cercanas a la presa de Tishrin, situada en el río Éufrates. Esta presa, una fuente clave de energía hidroeléctrica, se encuentra a 90 kilómetros (56 millas) al este de Alepo.
Además, ha afirmado que las FDS destruyeron un tanque y un avión de combate del Ejército Nacional Sirio (SNA, por sus siglas en inglés) al sureste de la ciudad clave de Manbij.
Según el Observatorio Sirio de Derechos Humanos, tras los combates nocturnos, las fuerzas de las FDS lograron recuperar el control de cuatro aldeas en la estratégica zona de la presa.
Por su parte, la portavoz de la Unidad de Protección de Mujeres de las FDS, Ruken Yamal, indicó que sus combatientes se encontraban a poco más de 11 kilómetros del centro de Manbij durante el contraataque. Yamal afirmó que Ankara está intentando debilitar la influencia de las fuerzas kurdas en las negociaciones sobre el futuro político de Siria a través de su enfrentamiento con las FDS.
“Siria está ahora en una nueva fase, y se están llevando a cabo debates sobre el futuro del país”, señaló Yamal.
Por su parte, el jefe del centro de medios de las FDS declaró el martes al canal de noticias Sky News Arabia que la fuerza liderada por los kurdos está preparada para cualquier confrontación militar, especialmente contra militantes respaldados por Turquía.
“Turquía busca expandir su control sobre tierras sirias, y las FDS se oponen firmemente a tales planes”, subrayó Farhad al-Shami, quien destacó que las FDS están abiertas a soluciones diplomáticas y dispuestas a integrarse en un nuevo ejército sirio tras la caída del gobierno del presidente Bashar al-Asad. Sin embargo, agregó que “el asunto requiere discusiones”.
En este contexto, Shami aclaró que el Partido de los Trabajadores del Kurdistán (PKK, por sus siglas en kurdo) opera únicamente en Turquía y que las fuerzas de las FDS están desplegadas lejos de las zonas fronterizas.
Desde la caída Al-Asad el pasado 8 de diciembre, los enfrentamientos entre milicianos respaldados por Turquía y las FDS, apoyadas por Estados Unidos, se han intensificado.
El 9 de diciembre, grupos armados respaldados por Ankara tomaron el control de la ciudad de Manbij, que hasta entonces estaba bajo el dominio de las FDS. Además, se especula que podrían estar preparando un ataque contra la estratégica ciudad de Ayn al-Arab, también conocida como Kobani, ubicada en la frontera norte con Turquía.
Las FDS, aliadas de las Unidades de Protección Popular (YPG) kurdas, han propuesto retirar sus tropas a cambio de una tregua total. No obstante, el ministro de Asuntos Exteriores de Turquía, Hakan Fidan, ha reiterado que las YPG deben disolverse por completo.
Ankara considera a la YPG una organización terrorista vinculada al PKK, grupo que desde 1984 busca autonomía kurda en Turquía.
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