Los sirios, en una protesta denunciaron que Israel busca la fragmentación de Siria, y los países árabes y la ONU calificaron los bombardeos como violación de la soberanía siria.
Los aviones de guerra de Israel bombardearon zonas cerca del palacio presidencial de Siria, en Damasco. Los ataques no provocaron víctimas, sin embargo, causaron fuertes explosiones y los medios locales los calificaron de “sin precedentes”. En reacción a esta flagrante violación de soberanía, los sirios salieron a las calles para condenar la reciente oleada de ataques israelíes.
El bombardeo israelí se produjo horas después de que las autoridades religiosas y las facciones militares drusas afirmaran el jueves que son parte integral de Siria, por lo que se niegan a separarse. Una postura que demuestra la falsedad de las declaraciones de funcionarios israelíes, quienes alegaron que los ataques se realizaron en apoyo a los drusos.
Las reacciones también llegaron desde las Naciones Unidas. Antonio Guterres, el secretario general de la ONU, a través de su portavoz, condenó enérgicamente las agresiones israelíes contra Siria.
Asimismo, la Liga Árabe y varios países de Asia Occidental condenaron los bombardeos israelíes. Afirmaron que estas incursiones representan una peligrosa escalada y una violación reprensible de la soberanía de Siria.
A continuación de los crímenes del régimen de Tel Aviv, al menos cuatro personas murieron este viernes en un ataque de la ocupación israelí contra el pueblo de Kanaker, en el sur de Siria.
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