“La contundente postura de Venezuela se expuso en la 44. ª sesión ordinaria del Consejo de Derechos Humanos de la ONU, frente a la presentación del informe sobre Venezuela de la Oficina del Alto Comisionado para los Derechos Humanos (ACNUDH, por sus siglas en inglés), derivado de la resolución 42/25 del mencionado Consejo, que el país suramericano no reconoce y considera una imposición a un Estado soberano”, ha indicado el comunicado del Ministerio de Asuntos Exteriores de Venezuela, publicado este miércoles en su portal web.
Así la Cancillería del país bolivariano se ha hecho eco de las declaraciones realizadas previamente esta misma jornada por su representante permanente ante la Organización de las Naciones Unidas (ONU) en Ginebra (Suiza), Jorge Valero, en reacción al informe presentado por la Oficina de la alta comisionada de la ONU ante el Consejo de DDHH en el que se alerta de la “falta de independencia” judicial y “graves violaciones de los derechos humanos” en Venezuela.
Valero, tras expresar “el firme rechazo del Gobierno venezolano al contenido, las conclusiones y recomendaciones del informe”, ha sostenido que “en ningún momento se ha brindado consentimiento o insumos para su elaboración” de parte del Ejecutivo bolivariano, mientras que, por el otro, ha rechazado “sus orígenes”.
Según el diplomático venezolano, estos orígenes son una resolución del Consejo de Derechos Humanos de la ONU que establece la creación de una misión internacional para evaluar la situación de los derechos humanos en Venezuela.
Además, ha sostenido que la resolución 42/25 “fue adoptada por un reducido grupo de países miembros de este Consejo, que mantienen abultados expedientes de graves violaciones de los derechos humanos”.
De igual modo, en otra parte de sus declaraciones, Valero ha denunciado que su país está enfrentando una “agresión multiforme liderada por el Gobierno de Estados Unidos”, presidido por Donald Trump.
No obstante, a la vez ha reiterado el compromiso de Venezuela con la promoción y protección de los derechos humanos y la cooperación con la instancia de la ONU en ese contexto.
El mandatario norteamericano, que no ha podido lograr sus objetivos e intereses en América Latina, está quemando los últimos cartuchos para provocar la salida del poder del actual mandatario venezolano, Nicolás Maduro, elegido por el pueblo en las elecciones de mayo de 2018.
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